Las navidades del fatídico 2020 se recordarán por la falta de numerosas comidas y cenas familiares alrededor de una gran mesa. Echando la vista atrás, también se añorarán los cálidos abrazos que la maldita covid-19 impidió. Achuchones que los abuelos y abuelas, tras más de medio año atrincherados en sus hogares o residencias sin ver a sus seres queridos, necesitaban como el comer, pero que la ciudadanía pospuso con responsabilidad y resignación para no poner en riesgo las vidas de los que más querían. Para vencer la soledad que muchas personas de edad avanzada están sufriendo en estas difíciles fiestas navideñas, las bibliotecas de Pamplona-Yamaguchi y Civican (Fundación Caja Navarra) han decidido descolgar el teléfono, marcar el número de los vecinos mayores de San Juan y leer todo tipo de textos para ellos: “Las lecturas sirven para que las personas que están solas en sus casas cuenten con un rato de compañía”, asegura Nacho Echarre, bibliotecario en Yamaguchi. “Son un gesto de cercanía y afecto. Utilizamos el poder de la literatura y la calidez que da la voz de un ser humano”, subraya Villar Arellano, directora de la Biblioteca de Civican. Relatos telefónicos, antídoto contra la soledad.

La iniciativa es una “alternativa especial” a un servicio gratuito que ambos centros culturales, integrantes del Pacto por la Persona Mayor del Barrio San Juan-Donibane, ya ofrecían pero que se había visto interrumpido por la pandemia: la lectura presencial a domicilio. “Ya la teníamos en marcha antes, pero con el coronavirus tanto el usuario como el voluntario tenían un gran respeto de contraer la enfermedad”, señala Nacho. “Vimos que había que renovar todo, contribuir a que las personas mayores estuvieran más respaldadas y pensamos en lanzar la campaña en Navidad porque en estas fechas la gente se acuerda más de sus familiares y está más sensibilizada”, incide Arellano.

Buenas noticias

Los equipos bibliotecarios han escogido textos breves de entre 10 y 15 minutos, sugerentes, interesantes y “especialmente seleccionados para ser leídos por teléfono”. La propuesta es muy variada e incluye cuentos de humor o misterio, poemas, fragmentos de grandes clásicos, leyendas, anécdotas locales… “Se está pidiendo de todo, cuentos de Navidad, clásicos, de García Márquez, de Rosa Montero, de Jorge Bucay o de Haruki Murakami”, señala Arellano.

Sin embargo, el rey ha sido el costumbrismo y los textos que relatan cómo era antes Pamplona, los bares y restaurantes del pasado o cómo se celebraba la Navidad en Iruña en los 50. Arellano confiesa que estos relatos han sido un “éxito” porque han dado pie a que el lector y oyente establecieran una conversación después de la lectura: “Una mujer de unos 95 años pidió que le leyeran cómo se vivía la Navidad en los 50 y tras escuchar el texto le dijo al voluntario que esa no era las fiestas que ella recordaba y se pusieron a hablar sobre ello”, relata. Desde el Civican matizan que la iniciativa no se ciñe exclusivamente a la lectura, sino que también busca crear un ambiente ameno, que lector y usuario establezcan un vínculo y “vencer la soledad”. Además, existe la sección de buenas noticias, en la que no podía faltar “el notición” del inicio del proceso de vacunación. “Con este año tan gris que hemos vivido, queríamos poner una nota un poquito más positiva”, explica Nacho. “Aunque haya sido un 2020 para olvidar, siempre encuentras un contenido más alegre”, resalta Arellano.

Medida a futuro

La iniciativa finaliza el 5 de enero, pero la idea es que este servicio continúe. “No queremos que sea una campaña puntual por Navidad, sino que perdure en el tiempo. Nuestro reto es llegar a todas esas personas que están solas en San Juan”, avanza Nacho. Para ello, están realizando un cuestionario en el que tanto las personas voluntarias que leen los textos como las personas mayores usuarias valoran el servicio. “La iniciativa tiene visos de futuro y para poder darle continuidad queremos valorar el resultado, hablar con unos y otros”, expone Arellano. Por ahora, avanza, ambas partes han mostrado su satisfacción.