"Como buen navarro, siempre he sido una persona curiosa y en un viaje a Holanda en 1982 me quedé asombrado con el sistema de reparación de calzado al momento", asegura Javier Ayesa Alducin, que a la vuelta de Países Bajos fundó su negocio de reparación al momento de zapatos Don Rápido: "Introdujimos una innovación que no teníamos en Pamplona, arreglar y entregar el calzado el mismo día que te lo trae el cliente", explica.

En la actualidad, y desde 2018, la tienda se sitúa en la avenida San Ignacio frente al Hotel Yoldi, pero su andadura comenzó en Carlos III en la década de los 80: "Mi visión de una zapatería requería de un lugar céntrico y por eso empezamos en los desaparecidos Multicentros de la avenida Carlos III", recuerda. El negocio echó a andar junto con otros 19 comerciantes "con los que hemos acabo siendo grandes amigos" y a día de hoy sigue manteniendo clientes de toda la vida: "He visto crecer a generaciones que empezaban viniendo en pantalones cortos con sus padres y que ahora traen a sus hijos a la tienda de San Ignacio. Realmente es entrañable", comenta.

En Don Rápido arreglan todas las variedades de calzado que a uno se le puedan ocurrir: zapato diario o de vestir, zapatillas de todos los deportes (trail, running, asfalto, padel, tenis, baloncesto, balonmano, fitness, barranquismo...) y botas de monte. "Desde el más sencillo al más refinado o de fiesta", asegura. Javier recalca la "vital" importancia de contar con un calzado en óptimas condiciones: "Siempre hago la comparación con los neumáticos de un vehículo. Igual que se nota mucho en la conducción cuando le pones ruedas nuevas al coche, aquí ocurre lo mismo. Y nosotros somos mucho más importantes que nuestro coche. Es clave ir cómodo porque de eso dependen la posición de los pies, la pisada, los hombros y la espalda. Un buen calzado es una inversión en tu salud a medio y largo plazo", advierte.

El zapatero alerta de que últimamente le están llegando muchas más personas con problemas de espalda que, según él, derivan de usar deportivas con suelas "inadecuadas" para actividades físicas "exigentes" y porque "el precio ha bajado, pero en detrimento de la calidad del producto", asegura.

El hijo, podólogo

Ante esta problemática, han decidido ofrecer plantillas estándar para todo tipo de actividades, aunque también las diseñan personalizadas en la Clínica Podológica Ayesa que su hijo, también Javier, abrió el pasado mes de mayo en la propia tienda. "Somos dos Javieres que compartimos local, pasiones, clientes y amigos", bromea el padre.

Javier ha dedicado 8 años de estudio y actividad profesional como podólogo deportivo y cirujano en Barcelona. Volvió a Pamplona y decidió abrir la clínica: "Al principio con incertidumbre porque abrí en plena pandemia, pero la recomendación del boca a boca está siendo la mejor publicidad. Ya era hora de unir pie y calzado", afirma.