¿Cómo son sus reuniones periódicas con Maya para el seguimiento del acuerdo?

-Son cordiales en lo personal. No hemos tenido ninguna dificultad. Las mantenemos cada mes. Hasta ahora hemos estado evaluando las enmiendas presupuestarias y a partir de ahora incorporaremos los remanentes. En lo técnico, hay cuestiones que nosotros las llevaríamos de otra forma. Son distintas formas de pensar y de actuar, pero creemos que del diálogo y del consenso se pueden sacar más cosas que del por el no, como les está sucediendo a EH Bildu y Geroa Bai.

¿Le han dicho algo sobre lo que piensan hacer el 6 de julio?

-No. No nos informan de sus intenciones y generalmente nos enteramos de sus propósitos como la mayoría, después de que hayan sido presentados en rueda de prensa.

Igual repiten con el pañuelo gigante colgando de los balcones del edificio consistorial.

-Con algo nos sorprenderán, no tengo ninguna duda. Lo del año pasado fue una sorpresa muy desagradable. Todo lo que hicieron, como la colocación del pañuelo, acotar el acceso a plaza, emitir imágenes en directo o acudir a misas en su calidad de alcalde y ocupando un sitio preferente, no como un ciudadano más. Todos estos actos pudieron inducir a pensar que había unos Sanfermines encubiertos y creo que desde las instituciones no se pueden fomentar ese tipo de actuaciones. No podemos olvidar que el virus sigue ahí y que hay nuevas cepas que nos obligan a ser prudentes, aunque estemos vacunados.

Ese pañuelo gigante, según una reciente resolución del Tribunal Administrativo, no cumplía la ordenanza del euskera. ¿Cree que la población vascoparlante de Pamplona tiene motivos para sentirse discriminada por las decisiones de Navarra Suma en política lingüística?

-Sí. Por supuesto que sí y el TAN también lo ha entendido así. No hay que ser talibanes con el euskera. Nosotros siempre hemos sido muy críticos con que se valore el euskera para los puestos que no son de contacto con los ciudadanos, porque toda la ciudadanía tiene el mismo derecho para presentarse, pero en el resto de cuestiones me parece que es un acervo popular y una de nuestras lenguas que hay que defender, apoyarla, impulsarla y favorecer que se estudie. Desde luego hay que protegerla mucho más de lo que hace Navarra Suma.

¿Tiene alguna responsabilidad en todo esto después de haber aprobado la nueva ordenanza del euskera?

-No. Precisamente la ordenanza dice que el paisaje lingüístico debe ser igual en las dos lenguas. Nosotros evitamos ese exceso de favoritismo que incluía la ordenanza que aprobó Bildu. Es que pedían el euskera hasta para el puesto de desinfectador. Nosotros seríamos mucho más magnánimos de lo que es Navarra Suma, no tenga la menor duda.

¿Qué pensó al saber que el Ayuntamiento ha programado un torneo de hípica?

-Me pareció sorprendente. Da hasta risa el pensar que una alternativa a la suspensión de los Sanfermines sea un concurso de hípica, La gente irá a verlo y seguramente será un éxito, pero nos parece que es un deporte para personas con alto poder adquisitivo y sin tradición en Pamplona.

¿Se ve con ganas de seguir al frente del grupo municipal socialista en Pamplona?

-No miro a la próxima legislatura. Me gusta vivir el presente, soy una persona a la que no gusta hacer planes de futuro. Voy viendo como llegan los acontecimientos y en función de eso decido. Estoy con ganas y físicamente me encuentro genial y podría continuar perfectamente, pero esta es una decisión que no depende de mí. Puedo tener cierta edad, pero no me siento con mentalidad de jubilado.