“Los gigantes dan vida a las calles, por eso son tan importantes”. A Christian Riesco Lázaro se le nota a la legua que es un apasionado de la comparsa de gigantes y cabezudos de Noáin, que este año celebra su 40º aniversario. Suya fue la idea de organizar una exposición que recogiera los hitos más importantes de esas cuatro décadas y que sirviera de paso para que los vecinos de la localidad conocieran algo más de las enormes figuras que bailan por sus calles en los días más señalados del año.

Fue un éxito rotundo. Mil trescientas personas visitaron la muestra en los 11 días que permaneció abierta en el Centro Cultural, sobre todo por parte de familias con niños pequeños atraidos por el encanto irrefrenable que tienen los gigantes. “Forman parte de la historia de Noáin y simbolizan también cómo ha ido cambiando la sociedad en este tiempo” explicaba este estudiante de 20 años.

Antes de poner en marcha la exposición tuvo que recibir una triple autorización: de la comparsa de la que forma parte; de la Escuela de Educadores de cara al curso que está preparando y del Centro Cultural, que le tenían que ceder un espacio.

En cuanto recibió el visto bueno de todas las partes se puso manos a la obra, comenzando por recopilar la documentación disponible sobre la comparsa y el material audiovisual que se hubiera podido conservar.

Gracias a la colaboración de los miembros más veteranos de la asociación y de las aportaciones vecinales, Christian ha podido confeccionar un vídeo que contiene imágenes de la comparsa de las 4 décadas, año por año, donde se puede comprobar la transformación que han tenido las figuras.

También son muy reveladoras las fotografías que ha recopilado de esos años, convertidas en un documento gráfico de primera magnitud para ver los cambios experimentados en la localidad y en su vecindario.

Algo más complicado resultó la forma de introducir los gigantes en la sala de exposiciones. Enseguida comprobaron que era imposible dadas la dimensiones de las figuras, 2,5 metros de altura, como la sala, por lo que decidieron retirar las caballetes que sujeta la estructura de los gigantes y rebajar su altura.

No menos sencillo fue la tarea de ordenar los trajes que utilizan los trajes, que tienen 40 y 30 años, y colocar las piezas más destacadas de cada gigante, de tal forma que se eran visibles los cambios y mejoras que se han ido introduciendo.

“La comparsa se creó en 1982. No había gente de aquí para bailar los gigantes, por lo que tuvieron que venir de Pamplona. Los inicios no fueron sencillos ni tampoco se tenía el cuidado que ahora hay con las figuras. Por ejemplo, cuando llovía ponían a los gigantes una especie de chubasquero para seguir. También eran más pesados, entre 40 y 50 kilos, y más difíciles de bailar” indicó Christian mientras explicaba algunos detalles de la exposición.

A diferencia de otras localidades o barrios de Pamplona donde las comparsas tienen problemas para reclutar adeptos, “Noáin cuenta con una cantera de lujo. Hay 28 personas adscritas a la comparsa grande y 39 chavales con los gigantes txikis, lo que garantiza su continuidad a medio plazo. No hace falta más que ver cuantos chicos y chicas han pasado por aquí y lo mucho que ha gustado la exposición”.

Noáin dispone en la actualidad de 8 gigantes grandes, 6 cabezudos, 1 zaldiko y entre 10 y 12 gigantes txikis.

Con motivo del 40º aniversario, se han organizado diversos actos a lo largo del año, como el que se celebrará el 4 de junio, con motivo del día de la comparsa, que volverá a las calles tras los dos años de pandemia. l

“La cantera de Noáin es de lujo: hay 39 chavales en los gigantes txikis que garantizan la continuidad de la comparsa”

Responsable de la exposición e integrante de la comparsa de Noáin