e la conexión de un intercambio de bandas entre Ayegui y Sartaguda ha surgido una inesperada unión musical, una colaboración que pretende darles a ambas entidades el empujón que necesitaban para seguir a flote y asegurarse un futuro puesto que cada una de ellas por separado difícilmente lo habría conseguido.

A Javier Martínez, director desde hace una década de Zuloandia Agrupación musical Aiegi/Ayegui, le ofrecieron la oportunidad de llevar también la banda sartagudesa, algo que, explicaba, decidió aceptar con una condición: crear un convenio de colaboración. “Presenté un proyecto que recogía todo lo referente a los ensayos, las actividades comunes, así como los desplazamientos con el objetivo de optimizar todo de la mejor manera posible”, insistía Martínez.

El convenio, que se selló este fin de semana con un concierto en Sartaguda el sábado y otro en Ayegui el domingo, se ha cerrado para un año con la idea de irlo ampliando cada temporada.

“Otro de los puntos que incluye el convenio, y que creo importante recalcar, es que en el caso de que una banda aporte más músicos, la otra agrupación deberá compensarlo de alguna manera, o bien con la compra de material, con el arreglo de instrumentos o con lo que corresponda y proceda”. Para ello, recalcaba el director, harán una reunión anual en la que analizarán todos los pormenores.

Esta unión, además, logra un equilibrio musical que hasta ahora ninguna de las dos agrupaciones por separado tenía puesto que siempre andaban llamando a colaboradores externos. “Las bandas, con unos 20 componentes cada una, estaban muy descompensadas; en Ayegui hay, por ejemplo, más metales y bajos, y en Sartaguda, más flautas y clarinetes. De esta forma se compensan ambas formaciones”.

Los ensayos, explicaba Martínez, serán los miércoles en Ayegui y los jueves en Sartaguda y en ambos casos se trabajará el mismo repertorio. Después, una vez al mes como mínimo harán un ensayo conjunto de un par de horas.

Además, y en el caso de que alguna actuación coincida, van a designar a un subdirector que se encargará de llevar a la banda durante dicho acto. Por su parte, el director titular estará cada año en un municipio: “No hay mucho conflicto porque apenas hay conciertos, procesiones o pasacalles que puedan coincidir”.

Por último, la idea es mantener la identidad de ambas formaciones, no generar un nuevo nombre que incluya a ambas. Por este motivo, aunque sí que van a uniformarse en la vestimenta, en cada municipio aparecerá el nombre de la banda de casa en colaboración con la de fuera.

A Martínez, que le ha tocado en intercambios dirigir partes de un concierto con dos formaciones sobre el escenario, afirma que “no es ningún problema. Estamos hablando de un lenguaje tan universal que es algo factible”. De hecho, recalcaba, “afrontamos esta aventura con ganas, con mucha ilusión y siendo responsables y conscientes de las medidas que tenemos que cumplir. Si somos cautos creo que se pueden hacer cosas. No veo por qué no vamos a poder disfrutar de lo que nos gusta hacer y de lo que al público le gusta escuchar”.

Tanto es así que, de momento, y a pesar de la pandemia, la idea que tienen es la de seguir ensayando. “En Ayegui, por ejemplo, el local de ensayo era pequeño y no podíamos mantener la distancia así que decidimos alquilar una nave más grande; cada músico, además, se hace cargo de su silla y atril, que son intransferibles, y de los papeles. Aun así, todos somos conscientes de que si uno de los miembros del grupo da positivo tendremos que acatar las indicaciones sanitarias que nos pidan, pero lo hemos hablado y ahí está el compromiso de todos”.

La próxima actuación dependerá de la pandemia pero, en principio, será o bien en Santa Cecilia, a finales de noviembre, o en Navidad. “Es cierto que hasta ahora hemos podido tocar en la calle, sin riesgos, y que en invierno es más complicado, pero también lo hemos hablado y, en función de las circunstancias, lo haremos en grupos más reducidos y rotaremos”.