Andra Mari ikastola de Etxarri Aranatz celebrará mañana su fiesta, un día para celebrar el fin de curso y despedir al alumnado que ha finalizado su etapa educativa en este centro. Pero la de mañana será especial, la del 50º aniversario. Y es que se cumple medio siglo desde que echó a andar esta ikastola de la mano de unos padres y madres así como un grupo de etxarriarras que tenían un sueño, educar a sus hijos e hijas en euskera y en la cultura vasca. Se trata de una pequeña pero gran historia que ha sido posible gracias a la participación de padres, madres y trabajadores además de la implicación popular e institucional, como destaca Olaia Martiarena, directora pedagógica de este centro. Con 436 alumnos y alumnas de Hiriberri, Ihabar, Irañeta, Uharte Arakil, Arruazu, Lakuntza, Arbizu, Lizarragabengoa, Unanu, Dorrao, Lizarraga, Bakaiku e Iturmendi además de Etxarri Aranatz, Andra Mari ikastola cuenta en la actualidad con tres sedes. Dos están en Etxarri Aranatz, una en el centro urbano, a dónde acude el alumnado de secundaria, y la otra en el nuevo edificio construido en Utzubar txiki para educación infantil y primaria. La otra está en Arbizu, de infantil.

Los comienzos no fueron fáciles, después de muchas reuniones y obstáculos en un camino realizado en auzolan. Y es que se trata de un proyecto surgido del pueblo y para el pueblo. “Como en todos los principios, fueron muchos los obstáculos y retos que hubo que superar, como la falta de espacio y la no oficialidad pero con perseverancia, ilusión, e implicación fue posible”, apunta Martiarena.

El primer grupo comenzó en las antiguas escuelas con 12 alumnos y alumnas. Dos años después se creó la ikastola de Lakuntza y en 1974 la de Arbizu. La enseñanza en euskera se iba extendiendo por todos los pueblos de Sakana. Así, en 1976 se constituyó la cooperativa de padres San Miguel de Aralar, que agrupaba a todas las ikastolas de Sakana. En 1977 fue la apertura de las ikastolas de Bakaiku y Uharte Arakil.

Otro año importante en este medio de siglo de Andra Mari es 1981, cuando se lograron por primera vez libros escolares en euskera. Cuatro años después, en 1985, fue la primera legalización de una línea de enseñanza primaria con ocho aulas.

TRES NAFARROA OINEZ En la historia de Andra Mari también está marcado en rojo el año 1989, cuando esta ikastola celebró su primer Nafarroa Oinez para llevar a cabo las remodelaciones necesarias para legalizar una segunda línea de primaria. Un año después se legalizó educación infantil en las ikastolas de Arbizu y Etxarri y otras ocho aulas de EGB. Ese mismo año se decidió cerrar las aulas de Uharte Arakil y Bakaiku. La ikastola de Lakuntza permaneció abierta hasta 1995.

Con el fin de adecuar el edificio de las antiguas escuelas a la nueva Enseñanza Secundaria Obligatoria de la LOGSE, Andra Mari organizó su segundo Nafarroa Oinez en 1996. El tercero fue en 2009, coincidiendo con el 40º aniversario. El objetivo era construir un nuevo edificio para satisfacer las necesidades de la ikastola y también como una apuesta futuro para dar respuesta a las necesidades educativas de la zona en años venideros. El nuevo centro abrió sus puertas en 2015. Y es que la financiación de este proyecto educativo ha sido una constante a lo largo de estas cinco décadas, años de loterías, tómbolas, festivales, txoznas y otras iniciativas.

También ha sido importante el trabajo en el área de pedagogía, incontables horas de reuniones, de formación y de papeleo. “Desde el principio, en coordinación con las demás ikastolas, Andra Mari ha sido pionero en proyectos pedagógicos utilizando como base diferentes trabajos de investigación y pedagogías de Piaget, Wallon, Freinet, Freire, Montessori, Decroly? entre otros, creando con ello un nuevo modelo de enseñanza”, explica Martiarena. “Todo ello, teniendo como eje central al alumnado y su adecuado desarrollo emocional, social y académico”, añade.

CELEBRACIONES Andra Mari ikastola ha preparado para mañana un día lleno de actividades. El programa arrancará a las 10.00 horas con la final del campeonato de pelota. Al mediodía habrá herri kirolak y cabezudos. Después, a las 12.30 horas, será el acto conmemorativo de este medio siglo de andadura. Como en toda celebración que se precie, no faltará una comida popular que reunirá a 800 comensales entre familias de ahora y las de antes. Por la tarde habrá hinchables, trikitilaris y la despedía al alumnado de 4º de ESO. La fiesta continuará con Beietz y Tximeleta y toro de fuego.

Además, estos días se puede ver en la casa de cultura una exposición de fotos y un vídeo con entrevistas a personas vinculadas de diferente manera con la ikastola, un repaso a estos 50 años para que esta memoria histórica no caiga en el olvido y también para agradecer a todas las personas que han hecho posible Andra Mari Ikastola.