L a sierra de Urbasa-Andia es un espacio en el que parece que se ha detenido el tiempo, una enorme superficie de 21.488 hectáreas en el que pastan miles de cabezas, 37.680 el pasado año; un modelo de ganadería extensiva que es fundamental para el mantenimiento de este impresionante medio natural y también para la economía de la zona, sobre todo al sur. Desde tiempo inmemorial todos los navarros y navarras tienen derecho a llevar a pastar su ganado, así como hacer chabolas. El ganado ovino es mayoritario, con 29.375 cabezas el pasado año. Suman 4.674 de vacuno y 3.641 de equino. En cuanto a su distribución, 20.288 cabezas de 190 explotaciones pastaron en Urbasa y 17.392 cabezas de 166 explotaciones lo hicieron en la sierra de Andia.

Pero el tiempo no se detiene y las nuevas tecnologías también han llegado al pastoreo para hacer más fácil el día a día en este duro oficio gracias a unos dispositivos con sensores que se colocan en collares para manejar y controlar el ganado a través de una aplicación que se consulta desde el smartphone o el ordenador. Y es que esta tecnología, basada en el internet de las cosas (IoT) y big data permite saber en todo momento dónde y cómo está el animal.

Para ello, hace unos días se instaló en Urbasa, cerca de la casa forestal, una antena de internet de las cosas de la red Sigfox, que ofrece una cobertura de 15.000 hectáreas que posibilita monitorizar el ganado. Además de localizar a los animales, estos dispositivos emiten datos acerca de su comportamiento que, contrastados con el registro sobre sus hábitos, detectan cualquier anomalía destacable en su salud y bienestar a parte de saber si están en celo o ha llegado el momento del parto, que se traduce en la mejora de la tasa de nacimientos, según explican desde Digitanimal, empresa autorizada por el Gobierno de Navarra para desplegar esta red en la sierra. En Navarra cuenta con la colaboración de Albaitaritza, firma ubicada en Irurtzun dedicada a comercializar productos así como material ganadero y veterinario. “Esta información se recopila en una aplicación que se consulta desde el móvil o el ordenador”, apuntan.

Se trata de una herramienta muy útil para el ganadero, sobre todo para evitar el extravío de los animales, con el ahorro de tiempo, combustible y desesperación que conlleva, cómo destaca Daniel Ziganda, un pastor de 36 años de Zudaire. “En el puente foral de 2017 cayó una nevada temprana que despistó a las ovejas. No había manera de encontrarlas. Estuve tres días buscando el rebaño”, recuerda. Lo cierto es que apenas faltaba un mes para los partos y este pastor se ponía en lo peor. “Entonces tomé la decisión de hacer algo y comencé a mirar. Se gana en tranquilidad”, destaca. Además de saber en todo momento donde están las ovejas, Ziganda señala que la aplicación también informa sobre los movimientos diarios, lo que es de gran utilidad. “Si ves que se han movido mucho y rápido, algo ha pasado”, observa. “El sector ganadero no está para echar cohetes, cada vez está peor. Todo lo que sea facilitar la vida del pastor bienvenido sea. Todos tenemos que ir avanzando. Antes íbamos en burro y ahora vamos en coche”, recalca este pastor por afición que tiene 40 cabezas.