l servicio municipal de Juventud de Altsasu está de celebraciones. Y es que se cumplen 25 años de su puesta en marcha y una década desde que Intxostiapunta abriera sus puertas en la primera planta del antiguo colegio de Las Monjas. Aunque la pandemia ha obligado a adecuar esta conmemoración, siempre con el foco en las medidas sanitarias, en la casa de la juventud no han querido pasar por alto estos aniversarios y organizaron un programa especial que finalizó el pasado viernes con la presentación de una revista que recoge las experiencias más destacadas del camino realizado. Se trata de un relato que a su vez es memoria histórica del este servicio y también una invitación a realizar una reflexión pausada sobre las líneas de intervención en materia de juventud de cara al futuro y a la mejora de la calidad de vida de la población joven de Altsasu, según destacó Blanki Torres, técnica de este servicio desde hace 14 años. Así, apuntaba como líneas de intervención futuras el ocio nocturno alternativo, mayor incidencia en formación para el empleo y viviendas para la juventud, todas ellas abordadas con perspectiva de género “Sino el punto de partida será equivocado”, afirmó.

En relación a los pasos dados en estos años, se mostraba contenta. “He trabajado con ganas, compromiso y responsabilidad para mejorar la calidad de vida de la juventud”, destacó. “Aunque hemos intentado llegar a todos los colectivos, hemos puesto especial atención en la población joven más vulnerable por etnia, diversidad funcional, clase social y en especial, por cuestión de género. Hemos considerado a los y las jóvenes como ciudadanos de primera”, aseguró. Asimismo, mostraba las sombras de este servicio. “Hemos llegado tarde o todavía no hemos llegado en algunas materias”, lamentaba. “En mi opinión intervienen algunos aspectos como la amplitud de la franja de edad que corresponde a la juventud, de 12 a 30 años, y una mayor apuesta política”, comentó.

UNA REVISTA ESPECIAL “Ha sido fruto de la participación de muchas personas y colectivos”, destacó Torres. A lo largo de 36 páginas, la revista hace un recorrido de estos 25 años, desde la puesta en marcha de este servicio en la legislatura 1991-1995, con José Manuel Goikoetxea, de Agrupación Alsasuarra de alcalde y Antxon Ramirez de Alda, de HB, como concejal de Juventud. En un principio se centró en la figura de animador cultural, con José Manuel Herrero, con una sala del edificio Gure Etxea y de manera puntual, el Ayuntamiento cedía alguna otra sala para realizar actividades. Dos años después se contrató un nuevo perfil, con la figura de coordinadora cultural y juvenil con Mari Carmen Goyeneche a frente, que evolucionó a la figura de técnica de juventud en 2002, primero con Olatz Berastegi y después con Blanki Torres. Así, en 2007 se puso en marcha el primer gazte txoko en el edificio Gure Etxea, dirigido a jóvenes de entre 12 y 18 años. En 2010 se dio un salto importante, con un espacio propio, Intxostiapuna, dirigido a la población de hasta 30 años, en cumplimiento de la normativa europea en dicha materia. Lo cierto es que la juventud demandaba locales para sus actividades diarias, tal y como se pudo constatar en el diagnóstico sobre juventud realizado en 2007. “La primera demanda en todas las franjas de edad era contar con locales propios”, recordaba Torres. “Gracias a la participación e implicación del grupo motor y el respaldo de la población joven, el Ayuntamiento decidió que el antiguo convento de las monjas pasara a convertirse en la actual casa de la juventud ”, señaló. Fue en la legislatura de NaBai, con Unai Hualde de alcalde.

Así, han pasado 10 años desde la puesta en marcha de Intxostiapunta, una década en la que se han ampliado y mejorado las prestaciones del servicio, con 18 programas en la actualidad. El más veterano es Gozamenez sobre sexualidad dirigido a la juventud . Con el fin de llegar a más jóvenes, a modo de antenas, hace tres años se puso en marcha una red de corresponsalías en todos los centros educativos de Altsasu, es decir, instituto FP Sakana, IES Altsasu, Iñigo Aritza ikastola y Sagrado Corazón. Se trata de una fórmula novedosa para informar a compañeros y compañeras de las actividades que organiza este servicio de una manera rápida y directa.

Además de ser un lugar para disfrutar con amigos y amigas y conocer gente nueva, también es un espacio para la formación, con diferentes programas. También cuenta con cibersala, wifi, y sala de estudio. Asimismo, dispone de un punto de información juvenil en el que se puede tramitar el carnet joven y acceder a otros servicios como el programa Erasmus+, voluntariado, campos de trabajo y viajeteca. “Entendemos que es importante y urgente la creación de un servicio especializado cuyo objetivo sea informar, orientar y asesorar a la población joven en todas sus necesidades para compensar el capitalismo informacional que nos invade, con más fuerza si cabe, a la juventud”, observó Torres. Por otro lado, se ofrece asesoramiento sexológico. Intxostiapunta también es un lugar para la creación, sobre todo para la música, con numerosos grupos que han pasado por las dos salas existentes, insonorizadas y equipadas con lo necesario para que las bandas que están empezando tengan un sitio para ensayar.