El repique de las campanas de la parroquia de Altsasu recordaron ayer al mediodía que era la festividad de la Cruz de Mayo, el primero de unos conciertos que se prolongarán hasta la otra cruz, la del 14 de septiembre, el día grande de las fiestas. Y es que a pesar de la pandemia hay cosas que no cambian, eso sí, con cuidado de cumplir los requisitos sanitarios. Así, Jesús Bengoetxea, Asier Beramendi, Belén Rubio y Pedro Jiménez volvieron a subir al campanario para renovar esta tradición que pierde su origen en el tiempo pero que al igual que otras, desapareció a mediados del pasado siglo, tiempos de grandes cambios en la villa. Pero ahí también estuvo Enrike Zelaia, una persona clave en el rico folklore de la villa.

Si bien el Ayuntamiento todavía no ha tomado una decisión sobre las fiestas de septiembre, si se han suspendido las del casco viejo, que tendrían que celebrarse el próximo fin de semana.