l colegio Sagrado Corazón de Altsasu se sumó a las celebraciones de la clausura del año del bicentenario de la fundación del Instituto de los Hermanos del Sagrado Corazón, corazonistas como son conocidos, con una misa en la parroquia en fechas recientes Y es que se cumplen 200 años desde que el misionero francés André Coindre fundará en Lyon la primera escuela para dar formación a los niños necesitados, abandonados y sin recursos. “Conmemoramos una larga historia y experiencia dedicada a construir una comunidad educativa basada en la pedagogía de la confianza y sus valores de esfuerzo, compasión, espiritualidad y humildad”, destacó Eva Uriz, directora del centro.

Los Hermanos del Sagrado Corazón llegaron a Altsasu en 1926. Desde un principio estuvo en la calle Félix Arano, sobre las antiguas instalaciones del Balneario Prim. “Comenzó compaginando el seminario corazonista con la escuela San Francisco Javier, denominada la Escuelilla, que perduró hasta 1973”, observó Uriz. Y es que durante más de tres décadas impartió enseñanza a niños de primaria, bachiller y comercio. En el año 1996, la institución se hizo cargo del centro educativo de las Hermanas de la Compasión de Altsasu y se convirtió en el Centro de Educación Infantil, Primaria y Secundaria Corazón. Así, durante este curso se celebrarán también las bodas de plata del centro. Este curso cuenta con 175 alumnos y alumnas de toda la comarca, en los modelos A y B y trilingüe en Infantil.

Debido a la pandemia, no han podido celebrar este aniversario como les hubiera gustado y muchos de los actos previstos tuvieron que suspenderse. No obstante, se han llevado a cabo otras actividades como la Semana de los fundadores y otras actividades a nivel interno.

En la actualidad cerca de 1.000 hermanos, distribuidos en 36 países de los cinco continentes, forman el Instituto, compartiendo la misión de atender a niños, niñas y jóvenes con miles de laicos corazonistas. El australiano Mark Hilton es el actual superior de la congregación. En el Estado español están presentes en once colegios y tres obras sociales. “Continuando el ejemplo de nuestro fundador, no olvidamos a las personas más necesitadas. Ejemplos cercanos de ello son el centro de Puente la Reina o CoindreEtxea en Vitoria”, apuntan.