Las obras de Pikugune, la nueva sede de Pikuxar Euskal txokoa, conectaron las calles Estella y San Martín, las dos principales arterias de Irurtzun junto a Barazkigune, el antiguo mercado de verduras, un lugar de gran actividad comercial en su día y que el Ayuntamiento quiere revitalizar con una estructura que cubra su superficie; un espacio polivalente como elemento vertebrador de la vida social del pueblo.

Se ha comenzado con la barandilla que protege del desnivel existente entre estas dos calles. Y no es un cierre cualquiera, es una forja de 30 metros de largo que recorre parte de la historia de este emblemático espacio y también de Irurtzun. Así, en la parte superior hay verduras y animales domésticos además de viejos oficios . También el tren del Plazaola y diferentes lugares representativos de Irutzun zomo la fachada del mercado y las peñas de Bi Aizpe entre otros motivos.

“Hemos querido representar sobre todo la feria de Irurtzun” señalan Eduardo y Gerardo Brun, séptima generación de una familia que ha mantenido encendida la fragua desde 1772 adaptándose a los tiempos sin perder la tradición. . Precisamente, su abuelo se asentó en tierras de Arakil atraído por la feria de ganado.

Encrucijada de caminos, Irurtzun creció con su mercado ganadero, uno de los más importantes del norte de la península, sobre todo de gorrines, terneros y caballos. Allí coincidían tratantes de Castilla, León, Aragón, Catalunya y Levante además de navarros y guipuzcoanos. Desde 1792 a 1921 fue quincenal. Después paso a ser decenal y semanal, en decadencia en los años 60, se transformó en un mercadillo. No obstante, el ganado y el producto local han recuperado protagonismo estos últimos años con la Feria de Irurtzun y Arakil.

En este encargo especial, los hermanos Brun han contado con la ayuda de Raúl Serrano. “El Ayuntamiento nos pidió ideas y propusimos tres. La más complicada, contar la historia de Irurtzun de alguna manera, fue la que eligieron”, apunta Brun. Al respecto, señala que la barandilla va más allá de un elemento de seguridad. “Hasta el alumnado de la escuela puede sacar partido. Recoge muchos hitos de lo que ha sido Irurtzun y han quedado grabados en hierro”, incide. Al igual que los artistas de otra época, han firmado su obra a su manera, con la representación de su oficio. “La barandilla ha tenido muy buena acogida. Cuando estábamos colocándola mucha gente se acercó para contarnos cosas de antes relacionadas con el mercado”.

Del antiguo mercado en la actualidad solo se mantiene la arcada principal hacia la calle San Martín y han desparecido las cubiertas. Desde 2015 hay instalada una carpa cerrada, proyecto elegido en los presupuestos participativos. Se plantea cubrir el espacio, de una superficie de 270 metros cuadrados, de una manera diáfana de forma que sea lo más polivalente posible. Dado que se mantiene la arcada original, la estructura, de madera, se adapta a su morfología, con una serie de plegados que estructuralmente permiten grandes luces, con una altura de 4 metros en los puntos más bajos y de 5,83 metros en los más altos. El presupuesto es de 277.784 euros.

Nuevo espacio de uso público en el corazón de Irurtzun

Las obras de rehabilitación llevadas a cabo en Pikugune fueron más allá del edificio y ha redundado en beneficio del resto del pueblo. Para ello, el Ayuntamiento de Irurtzun y Pikuxar elkartea suscribieron un convenio para dar un uso público a un espacio privado. Así, se habilitó un paso de tres metros de ancho y 10,9 de largo a modo de rampa, a cargo del Ayuntamiento, que también se encargará de su mantenimiento y limpieza. No obstante, Pikuxar abonó la mitad del gasto. Del mantenimiento y limpieza de la plaza se encargala sociedad.