El próximo 23 de febrero se cumplirán 40 años desde que se recuperó el carnaval rural de Altsasu, una fiesta que en este tiempo se ha convertido en seña de identidad de este pueblo. Tras un año de parón, volverá el primer martes de marzo con más ganas que nunca, según aseguran desde la Comisión Pro Carnaval. El Ayuntamiento aprobó el miércoles el programa, parecido al de otras ocasiones salvo que no habrá comida popular el martes. Y es que su celebración ya es todo un acontecimiento, después de un tiempo de dudas por la situación sanitaria. El presupuesto es de 13.370 euros.

Las celebraciones arrancarán el domingo 27, carnaval txikito, con una kalejira con los gigantes a las 11.30 horas que finalizará dos horas más tarde en la plaza. La fiesta continuará por la tarde, de 17.30 a 19.30 horas, con chocolatada y baile de disfraces y Momonsuzko en la explanada de Iortia.

El martes 1 será el carnaval rural. Al mediodía habrá una cuestación y por la tarde será el carnaval txiki, con todos los personajes y elementos de esta maskarada popular pero en menor formato y la luz del día. El punto de encuentro será la plaza de Zumalakarregi, a las 16.30 horas, con una chocolatada ntes de salir a recorrer las principales calles del pueblo en comitiva, animada por la Fanfarre Zangitu y Altsasuko Gaiteroak. La llegada a la plaza será una hora más tarde. En Gure Etxea habrá degustación de torrijas y la tarde continuará con bailables.

Mientras tanto, otro foco de atención estará en Zelandi, dónde los momotxorros se preparan en el ritual de la sangre. Será a las 18.45 horas, antes de salir en estampida para encabezar una anárquica comitiva en la que tiene cabida cualquier personaje relacionado con un pasado ligado a la tierra y un mismo objetivo, despertar a la naturaleza. La salida será las 19.30 horas, animada por Txaranga Txorongo, Fanfarre Zengitu, txistularis y gaiteros de Alsasu así como Xapiru trikitixa eskola. La boda será a las 19.45 horas en la plaza San Juan y el akelarre de Dantzarima dantza konpainia a las 20.00 horas en la plaza Zumalakarregi. La llegada del carnaval a la plaza está prevista a las 21.00 horas.

El sábado 5, ya dentro de la Cuaresma, será el carnaval piñata. Al mediodía habrá kalejira con la Banda Haize Berriak y Rock kalean en la plaza. Por la tarde y noche, bailables con la orquesta Ingenio.

Como es habitual, estas celebraciones estarán precedidas por la exposición sobre el carnaval rural en el Centro Cultural Iortia, del 22 de febrero al 3 de marzo, una mirada del alumnado de los centros de Primaria de Altsasu a esta fiesta que organiza año tras año la Comisión Pro Carnaval junto con las asociaciones de padres y madres del colegio público Zelandi, Iñigo Aritza Ikastola y Colegio Sagrado Corazón. La inauguración será el martes 22 a las 17.30 horas.

Territorio del momotxorro

Desde el principio, el momotxorro es el protagonista del carnaval de Altsasu, un fiero personaje que guardaban en su memoria las personas mayores de Altsasu. “Me hablaban de un personaje salvaje, con cuernos, narrus y sangre. Lo recordaban con terror”, destaca Enrike Zelaia, uno de los artífices de la recuperación de esta y otras celebraciones de la villa. Corrían los años 60, y el akordeolari, de cocina en cocina, estaba investigando sobre música popular, principalmente sobre el zortziko antiguo. “Música recogí poca, alguna canción, pero me encontré con un arsenal de historia popular que estaba escondido bajo la alfombra”, recuerda. “La gente disfrutaba haciendo el burro y con alcohol de por medio y anonimato, los momotxorros eran terribles”.

Al respecto, apunta que el magma carnavalesco se completaba con infinidad de personajes provenientes tanto del carnaval ritual primitivo como la ereintza o siembra y juantranposoak así como de incorporaciones posteriores como la boda, maskaritak y otras muchas más. Hasta su desaparición en los años 30.

Con toda la información recogida, el akordeolari esperó al momento propicio para poder sacarlo a luz. “Aunque pareció llegar a partir de 1975, con la muerte del dictador, aún hubo que esperar algunos años hasta que la situación se asentase un poco más, con el fin de que el carnaval no fuese politizado”, cuenta. También tuvo que ver que el grupo de danzas Andra Mari de Galdakao incluyó en su programa una representación del carnaval altsasuarra así como la película Cuerno de cabra, del búlgaro Metodi Andonov, que puso imágenes a un mundo imaginario.

Fiesta con arraigo popular

Lo cierto es que Enrike Zelaia transmitió su entusiasmo y ganas a otras personas con inquietudes culturales y sociales. Así, hace cuatro décadas se celebró el primer carnaval de la nueva era. “Entonces no llegamos a cien personas” recuerda. Dos años después se introdujo el akerra, que aglutina a las sorginak. También fue idea de Zelaia, quién le dio vida unos 15 años, dando momentos que todavía recuerdan muchos. “Transmitía tensión, agresividad contenida, pero nunca toqué nadie” apunta.

Del akordeoilari también es la Momotxorroen dantza. “A finales de los 70 José Antonio Urbeltz me trajo una serie de partituras de danzas y melodías de Altsasu que estaban en el archivo de Lekaroz para que le informara. No pude resolverle nada. Pero allí estaba la Momotxorroen dantza. Basándome en el estilo del zortziko, ideé una coreografía”, apunta. Para ello contó con la ayuda Luis Mari Lopez de Goikoetxea, otra persona indispensable en la recuperación y mantenimiento de tradiciones de la villa.

Desde el principio, el carnaval caló en los y las altsasuarras, que año tras año participan en un espectáculo sin guión lleno de magia, una fiesta declarada de interés turístico por el Gobierno de Navarra en 2012.