En la vecina Olazti también les cuesta quitarse la máscara y alargan las celebraciones de carnaval hasta el sábado siguiente al Miércoles de Ceniza. Así, una semana después de mirar a su pasado rural, cuando zamarraundiak, zamartxikiak y Mari Arroka junto con otros personajes ligados a la tierra se hicieron dueños y señores de las calles de Olazti, ayer se sumergieron en la cara urbana de esta fiesta.

Al mediodía fue el concurso de disfraces que organiza el Ayuntamiento. Se presentaron 11 cuadrillas, con un gran nivel entre los participantes. Y es que los y las olaztiarras volvieron a demostrar imaginación y ganas. Así, el jurado, formado por el alcalde, Joseba Vizuete, y los concejales Joaquín Landa y Maider Alba no lo tuvieron fácil. No obstante, contaron con la ayuda de las cuadrillas participantes, que también pudieron votar.

El primero premio fue para un grupo de legos, el segundo para una pareja muy cotilla que durante el confinamiento le cogió gusto a coger lo que hacían sus vecinos y vecinas, y seguían igual. El tercer premio fue para la taberna del tuerto, una cuadrilla que además de ofrecer espectáculo invitó a llevarse algo caliente a la boca en una fría mañana. De premio recibieron 150, 100 y 50 euros respectivamente.

Tras una animada kalejira desde el campo de futbito hasta la plaza de San Miguel, los y las olaztiarras recuperaron fuerzas en una comida popular que reunió a 210 comensales. La fiesta continuó por la tarde y noche.