La Piedra de San Martín volvió a acoger el Tributo de las Tres Vacas. Un acto donde se representa el pago que hicieron los franceses al Valle de Roncal, concretamente, a Isaba, Uztárroz, Urzainqui y Garde, por las contiendas que hubo en su día. En 1375 se llegó a un acuerdo de paz en el cual los franceses se vieron obligados a recompensar a los navarros a través de tres vacas del mismo cornaje, astaje, pelaje y dentaje a cambio del disfrute de los pastos y del agua roncalesa.

A seis grados y bajo la niebla del collado de Ernaz, más de un centenar de personas formaron un círculo entorno al mojón que se encontraba protegido por las vallas a la espera de que comenzara la ceremonia. A las 12 en punto las autoridades de los cuatro pueblos de Roncal, acompañadas de los representantes de Arette, Lanne y Aramits (Valle de Baretous) entraron al recinto por la parte derecha, donde la bandera navarra ondeaba a sus anchas.

Los ediles respectivos ponen sus manos sobre el mojón y juran: "Pax avant" - PATXI CASCANTE

Una vez dentro, el alcalde de Isaba, Carlos Anaut, preguntó a los de Baretous, tres veces, si estaban dispuestos a pagar el tributo perpetuo. Y estos respondieron que "sí, señor", otras tres veces. Tras la afirmación, Carlos volvió a tomar la palabra para asegurarse de que nadie tuviera nada más que objetar y al no recibir ninguna réplica, el alcalde dio paso al acto de clavar la lanza en la tierra dibujando una cruz que simboliza la paz. "Con esto de la pandemia hemos decidido utilizar las lanzas para evitar que juntemos las manos en el mojón", explicó Carlos, que alzaba la voz para ser escuchado por encima de los cencerros. Y añadió: "Hay que adaptarse a lo que hay. Esto se celebra todos los años, por lo tanto, no se puede echar atrás. Solo se suspendió en la Segunda Guerra Mundial, cuando Alemania ocupó Francia y nos les dejaron ir".

En el otro lado de la carretera, una veintena de vacas metidas en un corral esperaban el momento de la elección. Tras ser analizadas por los pastores, tres de ellas fueron seleccionadas por cumplir los requisitos. De esta manera, se dio por finalizada la ceremonia.

Tras la elección, las vacas salen del corral - PATXI CASCANTE

El vínculo real

La relación entre el Valle de Roncal y el Valle de Baretous va mucho más allá de la ceremonia que se celebra todos los años, el 13 de julio. Desde el acuerdo de paz, no ha habido ni conflictos ni guerras. "Al no haber fronteras, el trato es mayor y por lo tanto, trabajar en equipo para sacar adelante cualquier proyecto o intercambio es muchísimo más fácil", afirmó Carlos Anaut.