tudela - Por primera vez desde hace al menos una década, la recogida de todos los contenedores que se colocan en la Ribera experimentaron en 2018 un crecimiento importante, eso si, sin llegar a los niveles de 2008, antes de la crisis, que marcan el máximo en la mayoría de los aspectos. En esta ocasión todos los parámetros se han incrementado, desde la recogida de los residuos industriales hasta el resto, que son los principales que marcan tanto el consumo como la producción industrial.

En el terreno industrial pese a que las cifras de 2008 eran un 51,6% superior as las actuales (una década después), lo cierto es que el pasado año se recogieron 2.532 toneladas más, pasando de los 26.991 de 2017 a los 29.523 de 2018 (un 9,38% más). Pese a todo, sigue siendo la mitad de los 60.998 toneladas que se entregaban hace diez años. Las cifras son similares a las que se recogían hace 13 años, en 2005.

En el segundo de los aspectos, el de los residuos denominados resto (que se dejan en el contenedor verde), también aumentaron en un 1,81%, sumando 558 toneladas para llegar hasta los 31.341 recogidos en 2018 (el año anterior fueron 30.783). Sin embargo, queda lejos también de los 32.845 de 2008, lo que significa una disminución del 4,8%.

El apartado en el que el incremento es mayor es en el de los envases. El aumento casi llega al 20% con la entrada de 304 toneladas de envases más. De esta forma se ha alcanzado la cifra de 1.766 toneladas frente a las 1.558, una cantidad importante ya que es una de las basuras que más se recicla, junto con el vidrio y el papel. La cifra de 1.766 es la mayor cantidad de envases recogidos desde que se inició en 1999, suponiendo un incremento del 21,9% sobre 2009, en el que se había alcanzado el máximo con 1.560 toneladas.

También aumenta el papel después de unos años de caída constante en los que parecía que estaba en desuso. En 2018 se recogió un 8,31% más que un año antes, lo que significaron 233 toneladas más para llegar a las 3.304. Este aumento es el tercero consecutivo desde 2016, año en el que se frenó la caída continuada desde el año 2008 en el que se llegó a la cifra récord de 4.531 toneladas. De hecho, la cifra de 2018 representa una disminución del 27,3%.

El vidrio marca también una importante crecida, del 15,9%, gracias a las 233 toneladas que se recuperaron alcanzando la cifra de 1.459. Pese a todo, representa una disminución del 5% con respecto al máximo registrado en 2007 de 1749 toneladas.

Según las cifras de la Mancomunidad de Residuos el balance de los residuos urbanos marcó en 2018 un 55% reciclado o recuperado y un 45% que se tuvo que destinar a vertedero. Casi 1,5% más reciclado que el año anterior, en 2017.

Ropa. De todos los contenedores que se recogen en la Ribera solo el de ropa marcó un claro descenso. Así, en 2018 se depositaron en los contenedores que recogen Traperos de Emaús 16.903 toneladas menos de ropa y calzado, pasando de los 173.410 de 2017 a los 156.507 de 2018. Es el primer año es que se reduce el número desde 2012 en que venía creciendo sin parar.

Total. Sumando otras mancomunidades, la Ribera trató 65.810 toneladas de basura en 2018.

449,6

Son los kilogramos de RSU que recoge cada año por cada habitante la Mancomunidad de Residuos de la Ribera, según las cifras de este organismo (significa un total de 40.219 toneladas). De toda esta basura el 76,8% se deposita en el contenedor verde, el 4,4% en el amarillo, el 5,7% viene de los polígonos industriales, el 1,3% es de podas, el papel representaría el 5,7% de todos la ropa el 0,6% y el vidrio el 3,6%. De todo ello el 45% va directamente al vertedero, lo que significa 28.097 Tm/año.