tudela - La consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra está tramitando en la actualidad sanciones a la Mancomunidad de Residuos Sólidos de la Ribera por más de 70.000 euros por tres inspecciones, dos por una realizada en junio del año 2018 y una tercera en julio de 2019. Esta apertura de expedientes sancionadores responde a diversos incumplimientos que, de forma reiterada, han encontrado los técnicos del Ejecutivo en sus visitas periódicas que, siempre, se realizan de forma concertada y anunciada.

Una de las sanciones que se encuentra en tramitación y por la que, en un principio, se piden 30.000 euros de multa es por el hecho de que esta consejería acusa a la Mancomunidad de "no ejecutar en el centro de tratamiento de residuos urbanos de El Culebrete (Tudela) la red de captación de gases en el vaso de vertido actualmente en explotación (vaso III) en paralelo a su llenado". No es la primera vez que Medio Ambiente reclama la reparación de esta infracción a este organismo.

Una segunda, cuya tramitación está actualmente abierta y por la que reclaman una mayor cantidad de dinero (40.000 euros), data de la misma fecha de la inspección aunque realmente la sancionada es la gestora del vertedero y de la planta de tratamiento de residuos de El Culebrete, la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). Esta infracción se emite por cometer "varios incumplimientos de las condiciones de su Autorización Ambiental Integrada", un permiso que otorga el Gobierno de Navarra a empresas cuya actividad puede tener repercusiones ambientales. Estos incumplimentos se centran en tres, en primer lugar por haber detectado una "notable presencia de aves en el vaso de vertido, indicativa de la presencia de materia orgánica en el mismo", una infracción que según señalaba Medio Ambiente fue "reconocido por el titular, que estima su proporción en un 8% del total de residuos vertido". Igualmente detectan la "presencia dispersa de volantes en diferentes puntos del centro de tratamiento y, más concretamente, en un barranco que lo atraviesa". Tras estas llamadas de atención se añade que "consta que tras la inspección se ha procedido a la limpieza de los barrancos". Por último se denuncia la "presencia de materiales impropios, como grandes cajas y palets de plástico, dentro de la masa de madera".

La primera de las infracciones es también recurrente y ha provocado numerosos enfrentamientos entre Medio Ambiente y Mancomunidad que no está de acuerdo con esta reclamación.

el informe de 2019 Por otra parte, el último informe, que data de julio de 2019, también cuenta con la apertura de un expediente sancionador que aún se encuentra en trámites y podría derivar igualmente en una cuantía económica, como ha sucedido en otras ocasiones. De hecho, en la determinación final de ese infome los técnicos de Medio Ambiente señalan que "no se garantiza un cumplimiento adecuado de las condiciones fijadas en la autorización ambiental" y se añade que se han "constatado incumplimeintos" que se califican como "relevantes o muy relevantes" y se da una serie de plazos para que adopte las medidas señaladas. Plazos y medidas que a fecha del mes de enero no ha cumplido, según apunta la consejería.

En este documento, los técnicos instan al organismo a realizar una "revisión visual de las cargas de residuos" ya que se apunta que "es poco exhaustiva y permite la entrada en el vaso de vertido de residuos cuyo origen y naturaleza se desconocen", una actuación para la que le daban dos meses. Igualmente repiten que "no se está ejecutando la red de captación de gases en el vaso de vertido actualmente en explotación (vaso III) en paralelo a su llenado", una acción que debía ser inmediata.

No en vano, en el informe señalan que "en tanto en cuanto no se ejecute la modificación aprobada", se refiere a la puesta en marcha de la planta de bioestabilización que aún sigue en pruebas, "el vertido de materia orgánica sin que se haya ejecutado la red de captación de gases supone un incumplimiento de la AAI" y se indica que la adopción de esta medida debe ser "inmediata".

Por último, al igual que sucedía en el informe de hace dos años, en el de 2019 se incide en la "notable presencia de aves en el vaso de vertido, indicativa de la presencia de materia orgánica en el mismo". Para esta acción les daba un plazo de "tres meses desde la puesta en marcha de la instalación de bioestabilización", algo que aún no se ha producido pero que deberá llevarse a cabo en 2020.

Desde 2012 en todas las revisiones que ha realizado Medio Ambiente en las instalaciones de la Mancomunidad de Residuos de la Ribera, que gestiona FCC, ha encontrado incumplimientos. Algunos de ellos vienen registrándose desde entonces y en estos siete años no se les ha puesto reparación y tampoco el Gobierno de Navarra ha actuado en todos los casos, dado que incluso algunos expedientes caducaron al no seguirse con la tramitación del expediente.