- La capital ribera cambió ayer los cohetes por aplausos que dedicaron a los mayores de la Residencia la Milagrosa de la capital ribera que se asomaron a sus balcones de la plaza de Los Fueros a las 12 en punto. De forma casi espontánea, los residentes y las enfermeras iniciaron los aplausos al ver la plaza prácticamente vacía y acto seguido desde las terrazas y desde la propia plaza se continuaron, como un grito de ánimo hacia esos abuelos y abuelas que hasta hace dos días se quedaron de nuevo sin ver a sus familiares ante el nuevo brote surgido en Tudela.

La presencia de personas de blanco y rojo en la plaza de Los Fueros fue más testimonial que otra cosa y el despliegue policial hizo su efecto disuasorio. De hecho, el vacío de la plaza y la respuesta de los tudelanos, de total respeto y prevención, convirtieron el despliegue de fuerzas del orden con furgonetas, perros y helicóptero en excesivo. De hecho, hubo más agentes y periodistas que jóvenes vestidos de blanco para celebrar el inicio de las no fiestas cuyo número no llegó a la veintena. Muchos se refugiaron en las terrazas entre copas y pinchos para poder ver el blindaje de la plaza que, sin embargo, a las 12.02 ya levantó las barreras. En las terrazas se oían comentarios con frases muy tudelanas, "¿qué tal, a chafardear?", "pues si hija, aquí, pa que no nos lo cuenten".

Más allá de alguna faja, algún pañuelo y alguna blusa blanca (que las cámaras buscaban sin descanso) lo único que recordó a las fiestas fueron los escasos almuerzos que se desperdigaron por el casco antiguo, en la mayoría de los casos, rodeados de mesas vacías. Todo resultó muy extraño, como en un sueño del que se tarda en despertar. Las tiendas no tenían ropa blanca, las calles estaban limpias, las terrazas vacías, no se oía música y las calles parecían anhelar los puestos de las ferias y baratijas.

Al mediodía surgió cierta sensación de alarma al conocerse unas declaraciones de la consejera de Salud, Santos Induráin, en las que afirmaba que se habían registrado más casos nuevos en Tudela (7 nuevos, pasando de 373 a 380), por lo que recomendaba al alcalde "el cierre de locales a las 00.00 horas", teniendo en cuenta que estas son las fechas en las que se celebran las fiestas de Santa Anta, suspendidas debido a la pandemia. Para poder aplicar la medida el Consistorio debía tener una justificación oficial que llegó hacia las 18.00 horas en base a la "tendencia al alza" que estaba experimentando la ciudad respecto a los casos de covid-19. De esa forma, y hasta que se redactó la orden, no daba tiempo a la Policía Municipal a ponerla en marcha, por lo que se retrasó hasta hoy.

Ejemplar. La Policía Local destacó el comportamiento "ejemplar" de Tudela. Solo hubo 9 denuncias por no llevar mascarillas, 2 por orinar en la calle y una a un local por sacar bafles a la calle.

Incremento. Por recomendación del departamento de Salud, el Ayuntamiento de Tudela pondrá en marcha mañana la limitación del horario de cierre de bares a las 00.00 horas. Esta medida se reevaluará en siete días en función de la situación epidemiológica tanto en la ciudad como en el resto del Área de Salud. Ante el "progresivo y acentuado" incremento de casos en el Área de Salud de Tudela y el aumento de hospitalizaciones, se tomó la decisión, teniendo en cuenta la experiencia de las no fiestas de Pamplona.