El alcalde, Manuel Aguirre, concejales de los partidos con representación municipal (Navarra Suma y PSN) y responsables de los Baños de Fitero reclamaron ayer en el Parlamento de Navarra que se acometa la reforma de la carretera NA-6900 (Cascante-Fitero) al ser un elemento “de vital importancia” para el desarrollo de la zona y para la “cohesión social y territorial” de la localidad ribera.

Desde el año 2012 existe un proyecto redactado y pagado por el Gobierno de Navarra (en la época de Yolanda Barcina) que se metió en el cajón y nunca se llegó a realizar. Un proyecto de casi 5 millones de euros que el propio alcalde tildó de “faraónico” y que solicitó a los parlamentarios que si fuera necesario se redujera en su coste.

La petición fue acogida de forma bastante fría por los diferentes grupos que acusaron al proponente, Navarra Suma, de usar el problema para arremeter contra el Gobierno de Navarra ya que UPN no lo acometió cuando estaba al frente del Consistorio, del Gobierno de Navarra y el PP en el Estado.

El alcalde, Manuel Aguirre, centró su petición en varios aspectos que consideró vitales para el desarrollo de la localidad, dado que esta vía ha ocasionado numerosos accidentes y problemas al ser sumamente estrecha y representar un nudo muy relevante entre la comunicación de varias provincias.

El primero de los puntos claves sería el de la numerosa siniestralidad que ocasiona en los últimos años, especialmente entre los camiones, dado que no caben dos al mismo tiempo si no salen de la calzada. En este sentido, otro de los aspectos es la necesidad de “revitalizar” el polígono industrial de la localidad ribera donde hay implantadas 9 empresas con alrededor de 100 empleados en total. De ellas al menos 3 trabajan con camiones de gran tonelaje, especialmente una dedicada al arreglo y pintado de camiones que “como consecuencia de los accidentes e incidentes ha sufrido una importante caída del negocio”, explicó Aguirre.

La vía sirve de conexión con localidades como Logroño, Soria, Pamplona o Zaragoza, lo que le convierte en “imprescindible” para este municipio, “puerta de entrada y salida de Navarra”. De hecho, los vecinos de localidades riojanas cercanas emplean esta conexión para acercarse a Tudela, su lugar de referencia comercial, “es clave para seguir potenciando el valle”, destacó el primer edil.

Dentro de este aspecto de conexiones, también es relevante el papel del Balneario de Fitero, “el mayor complejo hotelero de Navarra que aportar el 6,64% de las pernoctaciones de todo Navarra en solo 10 meses de trabajo” y suponen una actividad económica para la zona de más de 8,85 millones de euros. Los hoteles de los Baños de Fitero dan empleo a 180 personas y quieren reorientar su negocio a una mayor llegada de clientes privados y transeúntes, para llegar al 40%, ya que en la actualidad el 80% de sus clientes proceden del IMSERSO.

A este respecto desde el Ayuntamiento de Fitero se defiende la necesidad de “seguir apostando por el turismo” como elemento dinamizador de la localidad que ha visto triplicar en un año su número de visitantes.

Javier García (Navarra Suma) acusó al Gobierno de Chivite de “elegir las carreteras a mejorar según criterios políticos”, algo que indignó al resto de partidos que recordaron que el grupo de Navarra Suma abandonó la mesa donde se discutía el futuro Plan de Carreteras cuando se estaba a punto de llegar a un consenso. De hecho todos recordaron que de las más de 200 actuaciones que marcaba el Plan 2010-2018 de los gobiernos de UPN apenas se realizaron dos docenas.

Jorge Aguirre (PSN) preguntó a García “¿qué criterio siguieron ustedes en 2013 cuando no lo hicieron?”, apuntó que es una “reivindicación justa” pero que muchos alcaldes y alcaldesas navarras tendrían también la misma reivindicación.

Para Pablo Azcona (Geroa Bai) la clave se encuentra en la “falta de financiación”, ya que solo mantener las actuales cuesta unos 70 millones de euros, al igual que Txomin González (EH Bildu) que recordó que “la mayoría de las carreteras de la Ribera son bastante aceptables” mientras que en Estella existen muchos más problemas.

Por su parte, Ainhoa Aznárez (Podemos) recordó las fechas en que este proyecto se elaboró y no se acometió fue durante gobiernos de UPN e insistió en el abandono del consenso por parte de Navarra Suma para ahora exigir esta obra. Finalmente Marisa de Simón (I-E) mostró la necesidad, para acometer obras en carreteras como ésta, de una reforma fiscal. “Existe un problema de financiación, hay muchas necesidades pero el dinero no llega”.

El proyecto. En abril de 2012, el entonces consejero de Fomento y Vivienda de Navarra, Anai Astiz, procedió a la aprobación provisional del proyecto de ensanche y mejora de la carretera NA-6900, en el tramo que une las localidades de Cascante y Fitero. Se iba a modificar las

intersecciones con la N-113 y con el polígono industrial de Fitero mediante la inclusión de una glorieta dentro del casco urbano de la

localidad. El presupuesto total de la obra, que se

enmarcaba en el III Plan de Carreteras del Gobierno de Navarra, ascendía a 4.999.921 euros para 4,3 km.

Rodeo. Muchos autobuses que van a los Baños de Fitero evitan pasar por esa vía y dan un rodeo de 10 minutos.