caparroso - La pintura ha sido la encargada de devolver a la vida a uno de los edificios más maltratados de Caparroso, un lugar que hace más de treinta años fue derribado y que desde entonces no había sido reparado. Ahora, diez vecinas de la localidad se han encargado de restaurarlo y llenar de alegría su fachada con un mural.

“La idea surgió en el taller de pintura, surgió la propuesta de pintar un mural y fueron las mismas vecinas quienes plantearon la opción de restaurar ese edificio”, explicó Leire Olkotz, artista plástica y encargada del proyecto.

Así, once mujeres de Caparroso, decidieron dedicar casi un mes a la portada de la Casa de los Camineros, el edificio que en antaño daba la bienvenida al pueblo a las personas que entraban a él desde el puente viejo.

“Los vecinos más mayores, que son quienes lo conocieron antes del derribo estaban encantados con la idea de que se restaurara, felices con vernos allí pintando y dando una vuelta a lo que ha sido ese lugar desde los ochenta”, describió la creadora.

composición El mural en sí mismo es una representación de una fotografía antigua que se ha elaborado también en blanco y negro. No se trata de una composición basada en el realismo más estricto si no que, tomando como ejemplo una instantánea, Leire hizo su propio diseño. La representación final se hizo a base de líneas y las vecinas trabajaron con pintura plástica en blanco, negro y grises.

Las once mujeres, voluntarias y alumnas del taller de pintura, han conseguido recuperar parte de la historia de su pueblo con los trazos y ahora planean volver a hacerlo en otros lugares. “Estamos pensando hacer más cosas en otros lugares de Caparroso ya nos han propuesto pintar murales en sitio de particulares pero también nos gustaría seguir con los entornos públicos”, concluyó Olkotz.