ujué - Ujué saborea los días entre el verano y el otoño con la costumbre de la tradición. Entre la gastronomía y el folclore, así celebró ayer el municipio uno de sus días más multitudinarios. La celebración de una nueva edición del Día de las Migas sacó a todos los vecinos a disfrutar de un gran evento en el que el tiempo acompañó al festejo. La Fiesta de las Migas, antes humilde y principal comida de los pastores, tiene como objetivo recordar la esencia del plato típico de la localidad y ofrecer la posibilidad de degustar tan exquisito alimento.

Centenares de personas se trasladaron ayer hasta el municipio de apenas 200 habitantes. “Esta celebración es una herramienta de marketing, la gente lo agradece mucho, es una excusa más para dar a conocer nuestra costumbre, nuestra gastronomía y el propio pueblo”, valoró Rubén Sánchez, alcalde de Ujué.

Durante el transcurso de la jornada el primer edil reconoció que la celebración es una buena manera de “promocionarse turísticamente y dar vitalidad al entorno”.

Manteca de cerdo, sebo de cordero, setas, tomate, jamón, ajo y, por su puesto, pan de Ujué. Esta es la receta del manjar pastoril que da fama y notoriedad a la localidad. La colaboración vecinal fue esencial para el correcto transcurrir de las horas en las que se repartieron las migas y el caldo de ajo. En concreto, un total de 15 voluntarios participaron en las labores de asistencia para los visitantes, labores que fueron desde ayudar a aparcar los vehículos hasta repartir el caldo. “Nosotros trabajamos con comisiones, para el Día de las Migas la comisión de Festejos y Actos Culturales se ha encargado de organizar y planificar a los vecinos”, concretó Sánchez. Para poder degustar las migas de Ujué los asistentes tuvieron que adquirir los tarros de barro (por un euro cada uno) y los tickets (1,50 por ración). Como novedad, este año se vendieron los tarros en cada establecimiento (Mesón las Torres, Mesón las Migas y Pastas Urrutia). Y es que, recorrer las calles del pueblo era otro de los objetivos de la jornada para poder promocionar también el rico patrimonio histórico del municipio. Cabe destacar que al final de la jornada los mismos tickets se utilizaron para participar en un sorteo en la Plaza Mayor de la localidad. “Queremos que la gente que come las migas en los mesones bajen al centro del pueblo para el sorteo y de paso vean los puestos de artesanía y el marco de la fiesta”, confirmó el alcalde. Como en ediciones anteriores, el domingo comenzó con el reparto del caldo desde el Toril. Allí Maru Escoz y Loli Sola removieron y sirvieron 60 litros del especial caldico navarro hecho con agua, ajo, pimiento seco, azafrán, huevo, pan de Ujué y sal. Por último, recordar que el Ayuntamiento destinó 2.000€ a la organización del día.