La depresión económica que hemos sufrido y cuyas consecuencias, algunas negativas como la importante brecha de desigualdad social existente a día de hoy, está provocando también un cambio de paradigma en el mundo de la empresa en general que está provocando una ruptura con un modelo de organización interno en clave piramidal por otro más inclusivo y transversal en el que las compañías se transforman en proyectos participativos de todas aquellas personas que en ellas trabajan, desde la perspectiva de que generan riqueza y trabajo, dentro de un planteamiento de persistencia del Estado de bienestar.

Se está produciendo un cambio radical en las relaciones internas en el seno de las empresas, que se están configurando como proyectos empresariales donde la fuerza del trabajo en su componente físico y de supeditación a la máquina ha dado paso a la gestión del conocimiento y la innovación que tienen su origen exclusivamente en las personas.

Es un cambio de modelo de empresa basado en un planteamiento humanista que sitúa a la persona como eje de la actividad empresarial desde planteamientos de igualdad y dignidad, partiendo del desarrollo de un empleo de calidad, una gestión compartida y un mayor equilibrio del reparto de la riqueza en la sociedad.

En definitiva, un modelo donde la participación de los trabajadores en la gestión, los resultados y la propiedad de las empresas no solo se presenta como una innovadora alternativa a los viejos esquemas del pasado, sino se configura como una respuesta eficaz a las necesidades que demandan en este momento nuestras compañías para ser más competitivas en un mundo global donde el conocimiento y la generación de valor añadido son elementos esenciales.

Este modelo que nace de los valores cooperativos que han configurado el Grupo Mondragon -la única referencia de empresas de economía social de carácter industrial existente y la más importante en cuanto a sus dimensiones del mundo- está ya entrando de manera muy decidida en las empresas de capital, es decir las anónimas, limitadas, etcétera, que están cambiando sus modelos organizativos para incorporar y dar más participación a sus trabajadores en sus áreas de decisión y desarrollo de la actividad, que se traduce en reparto de resultados, en unos casos, más la toma de participaciones en el capital, en otros.

En este sentido, la Asociación de Amigos de Arizmendiarrieta-Arizmendiarrietaren Lagunak Elkartea (ALE), que tiene como misión la difusión de los valores cooperativos y propiciar la reflexión y el debate sobre nuevas fórmulas socioempresariales basadas en los principios que inspiraron al fundador del movimiento Mondragón, auspició y organizó en el año 2017 un seminario respondiendo a la iniciativa de personas de distintas sensibilidades políticas, sindicales y empresariales que coincidían en la conveniencia de reflexionar sobre un nuevo modelo de empresa en Navarra.

Fruto del trabajo de ese seminario ha sido la aprobación el pasado mes de junio por la Comisión de Economía del Parlamento de Navarra de una moción para el impulso de un modelo inclusivo participativo en la empresa navarra, que contó con el apoyo unánime de todos los grupos parlamentarios presentes en la Cámara foral.

En esa moción, los grupos firmantes instan al Gobierno de Navarra a poner en marcha un plan de actuación para la promoción del modelo inclusivo-participativo de empresa, entre las compañías del territorio, al entender que se está produciendo un cambio en su seno en un nuevo entorno competitivo que “hace que la creación de riqueza y la sostenibilidad de los proyectos empresariales descansan en la innovación y en la responsabilidad de las personas que la hacen posible”.

Este objetivo centrado en el importante papel que las personas tienen en la empresa “implica preocuparse de que éstas tengan un salario digno, de su formación, su adhesión al proyecto empresarial, su satisfacción en el trabajo, la cohesión social que facilita el trabajo en equipo, un trato justo desde el punto de vista de género, la preocupación por la conciliación de la vida profesional y familiar?”.

Por ello es para nosotros un motivo de gran satisfacción que la revista NavarraCapital.es, especializada en el mundo de la empresa y la economía de este territorio, haya distinguido como uno de los “líderes navarros” del año 2018 a nuestro asociado, Alfonso García Liberal, por su empeño a favor de lograr un nuevo modelo de empresa en la Comunidad Foral.

Con esta distinción, esta publicación digital reconoce aquellos empresarios y agentes económicos que han gestionado proyectos y equipos que han aportado un importante beneficio a Navarra.

Un reconocimiento que, sin lugar a dudas, nos anima a seguir trabajando a favor de una empresa más humanista y donde el modelo inclusivo-participativo es uno de los elementos centrales de su desarrollo. Un modelo que está siendo asumido por empresarios y trabajadores y que ya forma parte de nuestro acervo social.

El autor es presidente de la Asociación de Amigos de Arizmendiarrieta (ALE)