El rey confinado

esconozco si sigue vigente un concurso para escolares que tenía como enunciado ¿Qué es un rey para ti? Cuando pase esta pandemia y los estudiantes vuelvan a las aulas con las experiencias del confinamiento en la mochila, quizá habría que preguntarles ¿Para qué sirve un rey? Desde que el pasado 18 de marzo, con más de seiscientos fallecidos ya por el coronavirus, Felipe VI pronunciara un anodino discurso de 7 minutos, ha reaparecido con cuentagotas, en situaciones guionizadas, para dejarse ver, vaya, y sin nada que transmitir. Aquella intervención de marzo estaba localizada en plena denuncia de la amante de su padre desvelando un nuevo negocio turbio del emérito. Nada dijo entonces del escándalo (que ha tenido posteriores capítulos) aunque ahora en la Corte se rumorea que está sopesando echar de la Familia Real al patriarca. En fin. Una reciente encuesta concluía que el rechazo a la monarquía ha crecido durante el estado de alarma: un 52% de los consultados opta por la república y un 58% pide un referéndum para decidir la forma de organización del Estado. El CIS pone sordina a estas demandas porque desde 2015 no pregunta en sus sondeos por la monarquía. Felipe VI es una figura de cera: está pero no existe (más allá de la partida asignada en los Presupuestos del Estado). Parece que confinado no se vive tan mal. Y además evitas, de momento, una clamorosa pitada en la final de Copa de fútbol.