a presidenta de la Comunidad de Madrid, que el año pasado confesó echar de menos los atascos nocturnos, ha soltado una nueva ocurrencia. Isabel Díaz Ayuso anunció este martes su intención de instaurar una cartilla covid-19 que identifique a los ciudadanos que hayan superado esta enfermedad para que puedan "seguir su vida normal". Un planteamiento que rechaza la comunidad científica por múltiples razones. En primer lugar, porque no está nada clara la inmunidad que genera el coronavirus, ni cuánto tiempo duran los anticuerpos, además de que no está descartado que quienes hayan sufrido este virus puedan reinfectarse. La ocurrencia de la dirigente del PP, que todavía no ha cumplido con la rectificación que le exigió el Parlamento foral tras llamar paletos a buena parte de los navarros, tampoco tiene en cuenta que las pruebas no son fiables al 100%, por lo que repartiría este pasaporte serológico a gente que podría ser contagiosa. Y, al margen de los problemas legales que esto conlleva, supondría un incentivo para que personas sanas buscaran intencionadamente la infección bajo el pretexto de que después serían libres para hacer lo que les dé la gana. Todo un despropósito made in Ayuso.