La vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos (Cicerón).Estos días nos hemos enterado de la querella presentada contra Fernando Mikelarena, historiador y profesor navarro, por parte del querellante Arturo Del Burgo Azpiroz, nieto de Jaime Del Burgo Torres. Pero no quiero escribir sobre Del Burgo. La historia de Del Burgo Torres la conocemos muy bien, sobre todo los que hemos tenido familiares asesinados en 1936. A mi abuela le asesinaron tres hijos. Pero tampoco quiero escribir sobre mi abuela. Solamente decir que lo que le acompañó el resto de su vida fueron la pena, el miedo y el silencio. Como a tantas mujeres, de cuyas penurias poco nos hemos acordado.Quiero hablar de Fernando Mikelarena, profesor e historiador. Parte de su obra está dedicada a lo acontecido en Navarra en el golpe de estado de 1936, perpetrado por el fascismo con la ayuda incondicional de carlistas y falangistas. Golpe de estado cruento donde los haya. Solo en Navarra fueron asesinadas cerca de 3.500 personas por el delito de pensar diferente.Fernando Mikelarena es un escritor veraz, de sumo rigor. Sus estudios, sus investigaciones y su documentación histórica hacen que sus libros sean un lujo histórico excepcional. Fernando, yo personalmente, no quiero más que darte las gracias. Gracias, sobre todo, por mantener la Memoria viva. Sabemos que sin Memoria la Historia se prostituye, la Historia desaparece. Espero y deseo que tu querella sea desjudicializada y rechazada.