Contramemoria

Es curioso cómo opera la desmemoria o, por emplear un término más preciso, la contramemoria. Durante muchos años se difundió la idea de que Osasuna recibió todo tipo de favores y mimos por parte del franquismo. No pocas veces he oído contar a destacados voceros de la caverna hispana Carlos Dávila e Isabel San Sebastián, entre otros que, pese a su nombre en la lengua de los traidores, en 1939 el club fue ascendido a Primera División "por méritos de guerra". Luego, uno acude a las fuentes adecuadas y comprueba que tal cosa forma parte más de la leyenda que de la realidad. No es falso que hubo una promesa en ese sentido del General Moscardó, héroe del Alcázar y delegado nacional de Deportes, pero como también se la hizo al Atlético Aviación, al final se optó por la solución salomónica, y madrileños y navarros se jugaron la plaza en un partido que ganaron los de la capital del Reino. Pese al inmenso cabreo de las fuerzas vivas navarras, aquellas que promovieron el golpe en su primerísima hora, Osasuna se quedó en Segunda. Tuvo que esperar a la temporada 1953-54 para volver (efímeramente) a Primera. Y ello, después de comerse cinco temporadas en Tercera. Eso no evitó que se instalara la falacia: gracias a Franco, los rojillos se mantuvieron en la máxima categoría por su adhesión inquebrantable al régimen. Mentira y gorda.Memoria desvelada

Sí, la verdad era otra y, por fortuna, ha conseguido hacerse camino hacia la luz. Para quien aún la desconociera, anteayer quedó a la vista en el sentido homenaje promovido por el Gobierno de Navarra a los jugadores, directivos y empleados del club que fueron represaliados desde 1936 en adelante. Porque esa fue la historia real. Como ocurrió con tantos navarros progresistas o simplemente sospechosos de serlo ¡3.400 asesinados, no lo olvidemos jamás! , un buen número de personas relacionadas con el club rojillo desde su fundación fueron víctimas de las depuraciones, la cárcel, el exilio o directamente los paredones y las cunetas. Tirando de hilos endebles, diferentes investigadores inasequibles al desaliento como nuestro Félix Monreal, Mikel Huarte, Víctor Moreno, Fernando Mikelarena o Bingen Amadoz rescataron del olvido las historias de Eladio Cilveti, Natalio Cayuela, Ramón Bengaray, Fortunato Agirre, Andrés Jaso, Florencio Alfaro, Alberto Lorenzo, José Javier Villafranca, Leandro Villafranca, Jesús y Carmelo Monzón o Ignacio Perillán. Ningún marco mejor para este acto indispensable de reparación de la verdad que el centenario del club. Enhorabuena.