os datos del empleo evolucionan en positivo en Navarra. El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo en Navarra bajó en julio en 1.593 personas, un descenso del 4,39%, con lo que el total de desempleados en la Comunidad Foral queda en 34.673, según datos publicados este martes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. De hecho, se trata de la mayor caída del desempleo producida en el mes de julio de toda la serie. En los últimos doce meses, el paro bajó en 5.375 personas, un 13,42%. Es un dato positivo. Una muestra más de que Navarra avanza por el buen camino en el proceso de recuperación económica con una caída sin precedentes en el desempleo por tercer mes consecutivo. Es la segunda comunidad del Estado con menor tasa de paro, la tercera comunidad con la media salarial más alta y acaba de ofrecer unos datos de crecimiento económico del PIB foral en este segundo trimestre de 2021 muy buenos. No todos son luces, claro. Tanto en el ámbito del empleo como en el de las condiciones de trabajo hay mucho aún que transformar para mejorar. Los jóvenes siguen siendo los más señalados por las sombras negativas de la precariedad y la inestabilidad laboral. También las mujeres y las personas de más de 45 o 50 años a los que el empleo deja de mirar y conforman el núcleo principal de esas miles de trabajadoras y trabajadores condenados a un paro estructural en la recta final de sus vidas. Se trata de insistir para no olvidarlo, para que la euforia de las buenas noticias no oculten sus angustias y necesidades y para que las instituciones y sus responsables políticos no dejen en segundo plano su obligación de aportar soluciones novedosas y eficaces a ese problema social y humano. Con ello, Navarra camina en buena dirección con estabilidad política e institucional, normalidad social y reactivación de la economía y las inversiones y las expectativas a corto y medio plazo son positivas. Mejor apostar por ese camino. Los apóstoles del Apocalipsis -la descripción no es mía-, que aparecen de vez en cuando lanzando mensajes catastróficos, advirtiendo de tiempos oscuros y de desastres irremediables acaban chocando con el espejo de una realidad que refleja de forma nítida la miseria, falsedad y ridiculez de sus discursos. Leí hace unos días a un tipo que escupía un cumulo de estupideces sobre Navarra y sus gentes que deformaban hasta tal punto la realidad que solo pude pensar en qué lugar de Marte pasaría sus tristes días el personaje. Un fanático indocumentado con la jeta de cemento y nada honesto ni sensato que aportar a la sociedad. Malos tiempos para esos apóstoles que están permanentemente riñendo a los navarros y navarras, cada vez con mayor enfado, cuando comprueban que casi nadie les hace caso. Esto de Cortes para abajo es lo mismo, pero elevado a la cuarta potencia. Pues eso. Navarra avanza bien. Toca mejorar ese bien.