arios amigos estamos seriamente preocupados por la salud de unos cuantos integrantes de la cuadrilla ante la posibilidad de que los Sanfermines de 2022, los del retorno, tengan más días de fiesta, con sus actos entonces multiplicados y el programa de festejos más gordo, que no va a poder hacerse la publicación habitual sino un volumen con tapas duras en toda regla. La preocupación viene de hace tiempo porque, cuando la pandemia solo aceptaba su agenda de actos y los Sanfermines de los últimos años pasaron a mejor vida, mis colegas ya advirtieron que, cuando volvieran las celebraciones como en otros tiempos -qué optimistas-, iban a acudir a todos los eventos del programa de fiestas, tan solo respetando el mínimo descanso al que obligue el cuerpo -porque ya lo de las farras sin fin se quedaron en otra época-, pero jurando más de una vez que los Sanfermines pos pandemia, con los de dos años tirados a la basura, tienen miga.

No hay que negar que para el pamplonés sanferminero o para el de donde sea con el pellizco del 6 de julio metido por ahí, se ha multiplicado la melancolía y la añoranza, que de todo tiene que haber, durante este tiempo sin fiestas, y que la propia ciudad se reconoce también en esos días de jolgorio, de peña por todas partes y caos consentido que se adueña de casi todo, de los que quieren.

No hay dos Sanfermines iguales, como también hay que estar preparados para que los que vengan obligatoriamente sean distintos, por el mero avance de los tiempos y el cuestionamiento de maneras, costumbres y tradiciones, desde la subyugación alcohólica hasta el espectáculo, rito o mito montado alrededor del toro.

En el fondo, mis colegas están para dos días de fiesta bien tirados, porque al tercero ya andan con achaques, les sobra agenda para casi todo, tienen el cuerpo cogido por el frío y los bolsillos rebosantes de Fortasec. Aunque estos días andan pregonando que esperan de la hostelería local una actitud paralela a su entusiasmo para que rebajen los precios si hay días suplementarios, tampoco sería de extrañar que saltaran al otro lado de la barricada y pidan Sanfermines de calendario reducido. Con lo ajustadicos que están hasta el día 14... Para los que resisten y sus bolsillos. Lo que hay que ver.

Anda el personal confundido

y lo mismo se mira con precavido interés lo de las fiestas más allá del 14 de julio, como algunos prefieren que terminen antes