n los últimos años, el panorama internacional de la terapia de bosque ha cambiado radicalmente. Lo que comenzó en Japón como un proyecto gubernamental para reducir los niveles de estrés de sus habitantes, hoy se ha extendido más allá de las fronteras culturales separadas del discurso sintoísta original de la terapia de bosque.
La semana pasada Corea del Sur organizó la segunda Conferencia mundial de bosques de sanación. En los últimos años este país ha invertido 240 millones de dólares en hacer de los bosques lugares de sanación. En Japón 5 millones de habitantes lo practican, Nueva Zelanda fue el primer país en prescribir como receta médica y ¿en Europa?
Alemania es uno de los países pioneros en terapias de bosque, es ahí donde han creado el primer bosque de sanación europeo con un programa de estandarización y desde hace un mes han implantado un bosque de sanación para niños y niñas del país. No sólo eso, hospitales de renombre internacional como el Charité de Berlín está realizando estudios en relación a los beneficios de las terapias de bosque. Y se comenta que esta tendencia va ir incrementando.
Pero los bosques de sanación y las terapias de bosque pueden ir aún más lejos. Hablando con la directora del primer bosque de sanación de Europa, una se da cuenta que las terapias de bosque van más allá del bienestar individual físico y psíquico de los individuos. Son espacios únicos para fomentar una mentalidad proecológica. En un mundo donde 10 millones de hectáreas de bosque se están destruyendo, hoy es más importante que nunca generar espacios donde futuras generaciones entiendan el poder de sanación de nuestros bosques, no sólo para el individuo sino para toda la sociedad y los seres que habitan nuestro entorno. ¿Y en Navarra?
En un lugar tan conocido por sus bosques sería una pena perder esta oportunidad para convertirnos en adaptadores. Y es por ello que volviendo de Alemania como guía de bosques y antropóloga, abogo hoy más que nunca porque Navarra se convierta en pionera a nivel estatal en crear el primer bosque de sanación.
Imagínense ese bosque que nos invita a sentirnos mejor, a sentirnos menos estresados y estresadas, a dormir mejor, reforzar nuestra sistema inmunitario, incrementar nuestras energías vitales... e invertir en un bosque que genere conexiones con la "naturaleza" que duren 7 generaciones. Porque como dijo Shakespeare, "Navarra shall be the wonder of the world". ¿Por qué no?