Hace escasas horas hemos conocido el asesinato cobarde de Duna, una galga que fue raptada y ahorcada cerca del término municipal de Tajonar.El presunto autor de tan deleznable crimen vive en la localidad de Noáin, consistorio que una vez conocida la sentencia en firme por parte de la justicia, esperamos condene sin paliativos este asesinato.Hace escasas fechas ocurrió un hecho igualmente lamentable en la localidad de Lekunberri, más si cabe, por el hecho de que los presuntos autores eran menores de edad. La víctima en esa ocasión fue un ganso, sin nombre. Con un desenlace tan macabro como el que hoy nos ocupa. Al igual que en aquella ocasión, Duna era alguien y en este caso, parte de una familia que decidió adoptarla y que ahora les han arrebatado. En ambos casos nos encontramos con seres que sienten, seres que sufren y que también pueden disfrutar de la vida al igual que nosotros. No necesitamos convivir con ellos para observar esa capacidad y por ende, respetar ese mismo derecho a la vida que nosotros poseemos.Es tiempo de que la sociedad y especialmente las instituciones condenen el asesinato de alguien como Duna y de todos aquellos animales inocentes que, conviviendo o no con nosotros, tienen el mismo derecho a que su vida sea respetada. Quien verdaderamente ama a todos los animales por igual los respeta por igual. Y esto lo puede saber y sentir cualquiera que conviva con alguien como Duna, mirarle a los ojos y comprobar que siente. Descansa en paz, Duna, allí donde te encuentres.

*El autor es Presidente y miembro de la Asociación Libertad Animal Navarra