Aunque un poco tarde y por este medio quiero manifestar mi más sincera gratitud a Mikel Sola por la reciente publicación sobre la presencia de una villavesa en La Habana (Cuba).Aunque hemos aprendido aquello de que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha, y aun dentro de la puntual anécdota, quiero reiterar la gratitud por haber dado a conocer este pequeño gesto de la generosidad navarra que ha hecho que personas muy desfavorecidas tuvieran la oportunidad de vivir el día a día con un poco más de dignidad humana debido al empeño y a la generosa colaboración de un buen grupo de navarros.En nombre de los abuelos de la parroquia La Milagrosa de La Habana, del numeroso grupo de jóvenes con síndrome Down, de los jóvenes de la citada parroquia, del colectivo de mujeres, de los chicos y chicas de la catequesis parroquial, y en nombre de los pobres que se han beneficiado de esta ya popular y famosa villavesa... muchísimas gracias, y ojalá se repita la historia. Que no decaiga la solidaridad humana y la caridad cristiana. Por desgracia, sigue habiendo en el mundo muchísimas personas necesitadas de estos pequeños detalles humanos. Gracias a ese medio por haber dado eco a este sencillo gesto cargado de generosidad.