Lo dice la Agencia Internacional de la Energía. Un domingo al mes sin coches supone un ahorro de 95.000 barriles diarios de petróleo sumando el consumo de las llamadas economías más avanzadas. Un domingo al mes sin coche hace prescindibles otros 95.000. Compartir coche y lograr una conducción eficiente vienen a ser 470.000 barriles menos. Reducir los vuelos de negocio otros 260.000, y hacer uso del coche eléctrico 100.000. La UE ha exigido a los países compartir el gas si Rusia corta el suministro, que de momento ya se ha interrumpido en países como Polonia y Bulgaria. De entrada el próximo 18 de mayo la Comisión Europea tiene previsto aprobar un plan de ahorro energético por lo que pueda pasar. Además de compartir gas se plantean medidas de racionamiento de la energía, empezando por el sector industrial para que no haya empresas que tengan ventaja sobre otras más golpeadas por la guerra de Ucrania. Algunos socios de la UE ya se han adelantado a la posible limitación de recursos energéticos con la aplicación de otras acciones para reducir el consumo como el impulso al transporte público o la bajada del termostato en edificios, servicios públicos o piscinas. Los daneses pretenden construir dos islas energéticas artificiales, una en el mar del Norte y otra en el Báltico, con centenares de turbinas eólicas. Finlandia y Estonia han decidido alquilar una terminal flotante de regasificación de gas natural liquado. A su vez el ministro de Economía alemán, señala El País, ha publicado una guía de eficiencia energética de estilo germánico para los hogares en las que anima a que las duchas sean más cortas, cocinar a temperaturas más bajas, utilizar la bici y conducir más despacio. El agua en las piscinas públicas ha bajado entre uno y dos grados. Tras el verano se habla de limitar también la temperatura de edificios públicos tanto en verano como en invierno. En Italia se ha puesto en marcha la operación Termostato para edificios públicos pero que podría ampliarse: en invierno la temperatura no pueda ser superior a los 19 grados, con un margen de dos grados, y en verano, no podrá bajar de 27. Portugal prevé ofrecer el transporte público gratuito para los jóvenes y mayores de 65 años, además de aprovechar cubiertas y tejados para producir energía solar para autoconsumo. Francia también pidió al comienzo de la guerra un esfuerzo a sus ciudadanos con un pequeño gesto: bajar un grado la temperatura en los hogares. El Gobierno español diseña también un plan de ahorro sobre todo en edificios de la Administración, además del refuerzo del trabajo a distancia y promocionar el transporte público. Muchos ayuntamientos navarros ya están tirando de ahorros ante el sobrecoste de gastos de mantenimiento y materias primas en sus instalaciones y algunos aplican medidas como el recorte de horarios en instalaciones deportivas municipales. Las comunidades de vecinos se van a tener que poner las pilas a partir de este verano. Y el ventilador va a sustituir al aire acondicionado en muchos bares. Lo que el cambio climático no ha podido a la hora de acelerar la transición energética quizás lo consiga la guerra. A la fuerza ahorcan.