Hola, ¿qué tal? ¡Todo bien!

Esta es una frase que solemos decir cada vez que nos preguntan qué tal estamos. Creo que decimos esto para no trasladar nuestros problemas a nuestros seres queridos y, para ello, nos obligamos a plasmar una falsa sonrisa en nuestra cara siempre que nos sentimos mal intentando ocultar todos nuestros problemas y defectos.

Después de realizar un estudio estadístico para un proyecto de la Universidad de Navarra, preguntando sobre distintos aspectos de la salud mental, hemos descubierto tres aspectos relevantes. Primero, muchas personas admiten tener o haber tenido una enfermedad mental. Segundo, pocas de esas personas se atreven a reconocerlo y hablarlo en sus círculos cercanos: amigos/as y familia. Tercero, se echa en falta más formación e información en colegios, trabajos y familias sobre este tema... Por tanto, hola, ¿qué tal? ¿Bien o mal?