La noticia del incendio en Leyre me ha afectado muchísimo. Se está quemando el corazón del Viejo Reyno de Nabarra. No es solamente el desastre ecológico, sino también la gravedad de las consecuencias que pueden afectar al entorno histórico del monasterio de San Salvador de Leyre, cuna de nuestra Historia. Estoy desolado.No somos conscientes del desastre en el que estamos inmersos. Yo no tengo hijos pero sí sobrinos y lloro por ellos. Esto se acaba. Estamos destrozando el planeta Tierra. Estamos ahogando hasta la asfixia a nuestra Madre Tierra. ¡¡Y no hacemos nada!! Seguimos con nuestros consumos desaforados, con nuestras vanidades, con nuestras tonterías y maldades pero, cada vez más claro, ¡¡esto se acaba!!El vaso se ha colmado y nos hemos ganado a pulso un terrible castigo. Habrá quien se ría al leer esta carta. Creo que pronto llorará.O cambiamos de vida o vamos directos a la perdición.Da asco escuchar a nuestros dirigentes sumidos en sus zafios juegos de poder y en sus estériles disputas. ¡¡Vale ya!! La ciudadanía también estamos dormidos. SOS Tierra!!! SOS Madre Tierra!!Espero en la Misericordia de Dios y creo en la movilización social. A la calle ya para cambiar esta podredumbre social y ecológica empezando por mí mismo.Pido perdón a todas la personas a las que he podido hacer daño por mi falta de amor. Todo mi afecto a los monjes de Leyre. Que Santa María de Leyre ayude a los ángeles vestidos de bomberos y a todos los efectivos que ayudan en la extinción de este brutal incendio.Por favor, tomemos conciencia. Un abrazo de hermandad.