Se acabaron las fiestas y una mira las fotos de los txikis en la despedida a los gigantes, del adiós a La Pamplonesa, del vermut del 14, del colorido ambiente de cuadrillas en las meriendas la última tarde de toros, y del Pobre de Mí, y se da cuenta de que hay tantas lágrimas como sonrisas vividas. No importa la edad. No sabemos lo que las olas de calor o de covid nos van a deparar lo que queda del año. Si no va a volver a llover en mucho tiempo y si tendremos que volver a llevar la mascarilla. Si sufriremos mañana un brote de gastroenteritis o algo peor, o no podremos pagar la calefacción este año por la subida de los precios ni regar la huerta por restricciones. No sabemos cómo estaremos de salud el año que viene nosotros y los nuestros pero lo que es indiscutible es que estos Sanfermines los hemos compartido entre besos y abrazos. Han sido unas fiestas irrepetibles salvo algunos pequeños nubarrones (la agresión sexual y los incidentes en la procesión) como reconocían los diferentes grupos municipales. Hemos aprendido estos años más que nunca que la vida es tan efímera que es mejor pensar en el presente y saber disfrutarla. Y olvidarse de las penas con paréntesis de verdad. 

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¡Búscate en las fotos de la despedida de gigantes, cabezudos y kilikis!