La reputación de un club

Si el Barça acaba fichando a Iñigo Martínez, Zarra no lo quiera, más nos vale que pague al momento y en un único plazo porque “Fitch coloca 470 millones de deuda del Barça de Laporta a las puertas del bono basura” (El Confidencial). No solo eso: “La agencia de calificación se muestra pesimista”. Y el digital recuerda que “Estos 470 millones no son toda la deuda del Barça, que supera los 1.200 millones”. Pero como para cada problema el FC Barcelona parece tener una solución mágica, esta vez, también: “Fitch advierte que dejará de evaluar la deuda del FC Barcelona ‘por motivos comerciales’”.

Un club que ha abierto el camino

Si el Barcelona ha logrado en solo un verano casi mil millones de euros para fichar, ¿por qué no van a poder ganar unos euros el resto? Era solo cuestión de tiempo esto que leemos en Palco 23: “Real Betis sigue los pasos del Barça y estudia la activación de una palanca para poder fichar. El conjunto verdiblanco estudia la venta de un porcentaje de los derechos por abonos y ticketing a un fondo de inversión durante un periodo de cinco años, con el objetivo de poder inscribir a los nuevos fichajes”. Luego, si la deuda aumenta y la calificación baja, con no auditar más para no afectar a la reputación del club es suficiente.

Jordan sigue siendo el mejor

Crecí viendo vídeos de Michael Jordan incluso sin Internet. También aquellos en los que intentaba jugar al golf. Pero lo que no me esperaba es que 30 años después aquel al que todos pasaban el balón (y él acertaba siempre) siguiera estando presente y de qué manera: aquellas Air Jordan que los más cafeteros lucían con merecimiento siguen siendo una marca rentable, tanto que “ya supera los 5.000 millones y genera el 11,5% del negocio de Nike” (2 Playbook). Ahora, con una línea femenina y acaparando las innovaciones técnicas. Incluso las estrellas actuales se suman: Luka Doncic ha lanzado sus primeras zapas, las “Jordan Luka 1”.

España necesita un Jordan (o un Laporta)

No le vendría nada mal al ministerio español de Interior encontrar entre sus filas a un Joan Laporta o un Michael Jordan que ayuden a vender “los cuarteles y solares con los que quería ingresar 14 millones y que nadie quiere” (El Independiente). “Intenta desprenderse desde hace casi una década de nueve activos inmobiliarios a pesar de que la valoración conjunta ha mermado hasta los 4,4 millones” (partía de 14,27). El “paradigma del fracaso” es un castillo en Toledo que a principios de siglo adquirieron por más de 7 millones para hacer un museo de la Guardia Civil que nunca se ejecutó, el estado ahora es ruinoso y se vende por 2 millones.

No andamos muy lejos

Nunca me han gustado ni las películas ni los artículos apocalípticos. Pero sé que el mundo que hemos construido es insostenible: nos comemos los recursos, calentamos el planeta y nos empobrecemos a un ritmo que nos lleva a un colapso, si no total, sí traumático. Las cifras que Marta Nebot ofrece en su artículo de Público, “Apocalipsis capitalista”, son para echarse a temblar o, por lo menos, pensar: “Nunca en toda la historia de la humanidad la desigualdad ha sido tan extrema: el 10% de la población mundial tiene el 76% de la riqueza. Hay 26 personas que tienen más que la mitad del mundo, más que 3.900 millones de personas”.