Si cuando fuiste pequeña no te quisieron todo lo que necesitabas, si te maltrataron y abusaron de ti, es muy probable que al crecer terminaras entregando tu amor a quien no lo merecía tanto y soportando lo insoportable para ser querida y aceptada. Rubia. Lunar. Boca. Cintura. Reloj de arena. Diamantes. Fucsia. Satén. Pieles. Foco. Brillo. Niágara. Rejilla. Traumas. Carencias. Abandono. Norma Jeane. Fragilidad. Luz. Ternura. Abusos. Abortos. Infelicidad. Desdoble. Cliché. Jaula. Icono.

Y también talento. Chispa. Candor. Humor. Ambición. Trabajo. Afán de superación. Poder. Aspiraciones. Notas íntimas. Mito.

Blonde elige lo primero. La película que dirige Andrew Dominik se basa en una novela de Joyce Carol Oates. Así que ficción sobre ficción. Eso permite contar lo que quieras y como quieras, no tienes la obligación de respetar la realidad, no es un documental. Y aquí el director ha empujado a Marilyn a la gruta de las pesadillas. La película es perturbadora y oscura, con momentos mágicos, con recursos visuales y conceptuales creativos y muy originales para retratar la fama y su voracidad, la confusión mental y el desdoblamiento de Norma-Marilyn, con la música maravillosa de Nick Cave y Warren Ellis. Con homenajes a David Lynch y sus incursiones en los laberintos enfermos de la mente. Con planos sacados del porno y algunos desnudos que no eran necesarios para la historia. Vemos romperse a una mujer frágil a la que violan, utilizan y cosifican, a una mujer que no deja de buscar en cada hombre al padre desconocido, a una mujer sin amigas que la alimenten y la inspiren, una mujer no sola, sino terriblemente abandonada. Es una película, no un documental. Pero ¿hacía falta? ¿Qué aportan a todo lo que se ha publicado y rodado sobre Marilyn estas casi tres horas? ¿Un ejercicio de lucimiento para su director? ¿Un aprovechamiento del mito? No lo sé. Ana de Armas ha hecho un trabajo de construcción de personaje brutal. Supongo que al finalizar el rodaje habrá necesitado unas semanas para desprenderse de esta Marilyn. Y, quizá, unas sesiones de terapia.