Hoy toca Nafarroa Oinez. Hoy se celebra en Tafalla la gran fiesta del euskera en Navarra organizada este año por la ikastola Garcés de los Fayos bajo el lema Erdian erein. 50 años cumple sembrando el euskera e Tafalla y en toda la Zona Media. Una columna para disfrutar y para destacar el valor de una jornada de exaltación del euskera como patrimonio cultural de la comunidad que formamos todos las navarras y navarros, de su historia, de su identidad, también de su presente y, sobre todo de su futuro. Decenas de miles de personas se congregarán hoy en Tafalla –es la cuarta ocasión en que se celebra en esta localidad–, en una jornada que será, como siempre, excepcional para los euskaltzales navarros. Hoy, la calidad de la enseñanza en euskera no solo está evaluada y contrastada, sino que es una opción elegida por miles de familias y suma ya a un tercio de los jóvenes navarros menores de 30 años. Las trabas, sin embargo, continúan por parte de quienes promueven un conflicto identitario y la confrontación de lenguas, sectores políticos, sindicales y mediáticos interesados en la división permanente de los navarros y navarras y en la explotación partidista de falsos conflictos entre territorios y zonas invocando una falsa imposición lingüística. Pero la botella está mucho más que medio llena. Las lenguas minorizadas no lo tienen fácil en ningún sitio, tampoco en Navarra y en el resto de los territorios de Euskal Herria, pero si se echa la vista atrás en las últimas cinco décadas los avances y la consolidación progresiva del euskera en Navarra son reales. Sé que también hay problemas e inquietudes y visiones más pesimistas, críticas o negativas. Y no sólo por la manipulación política constante que utiliza esta lengua navarra como una herramienta de confrontación política, esa anormalidad única en Europa y en el resto del Estado con más de una lengua oficial de legislar en contra de una lengua propia perseverando desde las instituciones en viejos fanatismos. También por la irrupción de los avances tecnológicos y su influencia en las nuevas generaciones o la cada vez mayor concentración de la información y la comunicación en las grandes redes sociales y una oferta editorial fragmentada... terrenos nuevos que ofrecen nuevas oportunidades al euskera, pero que igualmente conforman otros modelos de relación y comunicación en los que el euskera compite en inferioridad. Aún así, y sin dudar que hay cuestiones que matizan las posiciones más optimistas, los últimos ocho años se han revertido importantes recortes y pasos atrás de gobiernos anteriores y los balances globales de Política Lingüística son más positivos que negativos. Se trata de eso mismo: de construir discursos, argumentaciones y visiones compartidas en positivo alrededor del euskera que superen las intoxicaciones que falsean la realidad del euskera en Navarra. Frente a ellas, actos como el Nafarroa Oinez, ponen en valor la fuerza del euskera, una lengua que sigue estando muy viva y el papel de las ikastolas, aunque sea ocioso recordarlo, ha sido imprescindible para poner a la lengua en ese lugar que ahora ocupa. Porque nada de todo ello, falsedades y manipulaciones, ataques y persecuciones, arredra a quienes aman el euskera. Un día de diversión, cultura y solidaridad alrededor de la lengua de los navarros. Tiempos de acudir. Ongi pasa!