Navarra está de suerte. La ministra de Sanidad visitó ayer en el Hospital Universitario de Navarra un aparato de radioterapia pionero en el Estado y de los primeros en Europa lo que supone una revolución tecnológica en el tratamiento del cáncer. Más del 60% de los pacientes oncológicos reciben radioterapia en algún momento de su enfermedad, un tratamiento tremendamente invasivo que además se utiliza principalmente en el cerebro. Una dosis correcta y personalizada es clave para evitar metástasis en el cerebro protegiendo además el hipocampo y las pérdidas de memoria. También para las fases incipientes, sin dañar los órganos sanos y atacando más al tejido malo. Inteligencia artificial para irradiar tejidos donde pueda existir enfermedad microscópica, con una velocidad muy superior lo que reduce el número de sesiones. No será el único. Forma parte de los nuevos 20 equipos con los que contará Navarra, entre ellos el famoso dónut PET (resonancia al cubo) que permite tomar imágenes muy precisas del organismo para detectar tumores y cuyos pacientes eran derivados a otros centros privados. Inversiones en Salud por 35 millones, financiados en gran medida por los fondos Next Generation de la UE. Y yo hoy me quiero quedar con esta Europa que apoya reformas para favorecer la transición digital y tecnológica de los equipos sanitarios. Esos son los avances que esperamos, no tener que gastarnos el dinero en la sanidad privada. Sanidad pública, el mejor Olentzero.