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Mesa de Redacción

Joseba Santamaria

Mañeru, euskera en el siglo XXI

Mañeru, euskera en el siglo XXIDNN

Este jueves el Parlamento de Navarra vota una humilde, pero importante petición de un pequeño, pero histórico ayuntamiento de Tierra Estella: Mañeru solicita dejar atrás su inscripción a la zona no vascófona de Navarra a la que le condenó la injusta división territorial de los navarros y navarras respeto a una de sus lenguas propias, la lengua originaria de los navarros y más aún tras el descubrimiento de la mano de Irulegi, y sumarse a la zona mixta de la que forman parte forman parte las otras cinco localidades (Cirauqui, Guirguillano, Artazu, Echarren) con las que se agrupa en la de la mancomunidad administrativa de Valdemañeru y con la que comparte los servicios y secretaría. La solicitud tiene el apoyo unánime del Ayuntamiento y de la mayoría de los vecinos de la localidad.

Además de que desde hace dos décadas la elección mayoritaria de los estudiantes de Mañeru ha sido por el modelo D de enseñanza en euskera. Una vinculación que se mantiene también en este curso en el que de los 42 alumnos y alumnas de la segunda etapa de educación infantil y primaria matriculados en centro de Puente la Reina/Gares 27 han elegido el modelo D de euskera, 15 el modelo A con el euskera como asignatura y ninguno ha elegido el modelo G, que no tiene euskera. La petición tiene demanda social, lógica administrativa y el aval político de la autonomía municipal y la voluntad democrática legítima de la ciudadanía. No hay ninguna razón legal para no aceptar la petición de Mañeru. De hecho, en 2017 el Parlamento de Navarra dio luz verde a la incorporación de 44 municipios y más de 40.000 ciudadanos navarros y navarras que estaban integrados en la zona no vascófona de Navarra a la denominada zona mixta y no ha ocurrido nada, claro.

Un avance legal, legítimo y democrático al que ahora aspira también Mañeru que supera las restricciones a la normalización lingüística del euskera impuestas políticamente en el pasado a los navarros según su lugar de nacimiento, de residencia o de trabajo. La modificación del Amejoramiento y de la Ley del Euskera para dar cabida a la demanda social de oficialidad de los habitantes y de los representantes locales de los ayuntamientos contrapone la imposición que han mantenido hasta ahora –y defienden seguir manteniendo UPN, PP, Ciudadanos y PSN–, con la apuesta por la voluntariedad, la libre voluntad democrática y la autonomía municipal.

Es democráticamente inaceptable y políticamente incomprensible. Sobre todo para el PSN, que formas parte de un Gobierno presidido por Chivite respaldado por Geroa Bai, EH Bildu e I-E –en mayo será ya Contigo Navarra–, que apoyan petición, y que para dejar a los habitantes de Mañeru y a su Ayuntamiento en la estacada tendrá que sumar sus votos a las derechas. Incoherencia política al máximo. O simple cálculo electoral partidista inútil, si el PSN supone que eso le evitará los ataques de Esparza y compañía. Quizá el coste de esta decisión tenga más peso en las urnas en mayo que optar por lo democrático y normal. El pasado viernes DIARIO DE NOTICIAS organizó una nueva edición de su Foro Hiria centrado esta vez en el euskera en Navarra en los 40 años del Amejoramiento. Quizá tanto a PSN como a UPN les interese escuchar o leer –si no lo han hecho ya–, las reflexiones y aportaciones que allí se expusieron en positivo y mucho más en sintonía con las demandas de las nuevas generaciones que sus inmovilistas y viejunas posiciones. En Mañeru, el 100% de los menores. Y en conjunto, más del 35% del electorado de Navarra. Es mucho renunciar. O un mal cálculo electoral.