Se cumplen 20 años del No a la guerra, Gerrarik Ez sin duda la mayor movilización en favor de la paz en todo el mundo, también aquí y en el resto el Estado. El grito del No a la guerra caló fuerte y sacó a la calle a miles de personas para decir no a un conflicto que como todas las guerras nunca trajo la paz. La guerra de Irak, ordenada por George W. Bush con apoyo de Aznar y Blair, el trío de las Azores, despertó una conciencia colectiva sin precedentes y evidenció la distancia entre la ciudadanía y sus gobernantes, que como Aznar pagaron poco después su soberbia y sus mentiras, las mismas que le costaron ya la presidencia tras los terribles atentados del 11 de marzo en Madrid. Parece que fue ayer, pero han pasado dos décadas, toda una generación de jóvenes que ahora de nuevo están viviendo una guerra cercana, la de Ucrania, aunque la sociedad no es la de entonces en cuanto a movilización. Ninguna guerra es corta, solo cabe la esperanza de que acaben pronto, por eso la única solución es que no haya guerras. Recuerdo la gala de los Goya, con Alberto San Juan y Willy Toledo como presentadores, que se convirtió en un alegato político y que demostró el poder de la cultura, del cine y de la palabra para movilizar a la sociedad, porque de alguna manera abrió la puerta a parte de lo que vino después. Salimos a la calle masivamente para gritar No a la guerra, pero se nos olvido una letra importante, la del plural, porque toca seguir diciendo No a las Guerras. Ojalá la próxima generación viva un tiempo de paz mundial.