El tiempo no importa en San Fermín. Por suerte. Es tiempo de fiesta, sin más, no hay otro tiempo al que mirar, ni el meteorológico ni el del reloj. Sobre todo porque en estas horas no podemos pasarnos la vida pendientes de una app que nos adelante las tormentas para ponernos a cubierto, ni al cielo, a no ser para ver el cohete a las doce en punto. Porque cuando el 6 de julio el Txupinazo asciende al cielo de Iruña, un tiempo nuevo por descubrir empieza aquí y no en ningún otro lugar.

El 6 de julio, en directo: Iruña estalla en rojo

Ni la UEFA ni la incertidumbre electoral puede con una fiesta que nunca se rinde, como Osasuna, por muy difícil que se lo pongan. Son días de fiesta, respeto, convivencia y tolerancia en una ciudad que abre sus calles a sus visitantes tratando de mostrar su mejor cara. La de una Iruña plural y abierta, en la que no tiene cabida tipo de agresión; una ciudad que dice NO a las agresiones contra las mujeres en un año en el que San Fermín llega con un nuevo crimen machista ocurrido casi en la víspera. Siempre se arranca con incertidumbre pero también con ilusiones y deseos. Ojalá las fiestas transcurran con normalidad y alegría en un marco de convivencia y respeto, en todos los niveles y ámbitos. Porque lo que nadie cuestiona es que Iruña, un año más, está en la Champions league de las fiestas. Eso no nos lo quita nadie. Gora San Fermín, aupa Osasuna.