Autor confeso de un delito de grabación y difusión de vídeos pornográficos con menores: Me es imposible no indignarme al leer que acaba de conseguir ver reducida de siete años a dos la petición de condena de cárcel por estos hechos gracias a un acuerdo con la Fiscalía.

Me consta que la salida que le han ofrecido está contemplada en el ordenamiento jurídico español, lo cual aumenta el nivel de mi cabreo, que todavía crece al enterarme de que se le ha aplicado a su favor el atenuante de “reparación de daño” porque ha pagado a las víctimas 65.000 euros. ¿De verdad ese el precio del perjuicio causado? Probablemente, evitará la prisión. Todo esto ocurre en medio del debate sobre la brutal influencia del porno en los menores. Nauseabundo.