Mensaje principal de Aitor Esteban tras reunirse con Pedro Sánchez, según este humilde tecleador: “El sí del PNV no está dado”. Como primer destinatario, el informadísimo diario que amaneció el lunes contando a todo trapo que los cinco votos jeltzales ya estaban en la buchaca del aspirante. Porque, sí, lo más probable es que haya acuerdo, pero los partidos no se ganan sin bajarse del autobús. Mucho menos, cuando se tiene el histórico sablista del presidente español en funciones. Con esos antecedentes, no bastan las promesas. Lo dijo (con otras palabras, claro) el portavoz del Grupo Vasco. Esta vez hay que atar en corto y en serio al contumaz incumplidor.
Yolanda Díaz Perejil
Igualmente, Aitor Esteban dejó claro, más allá de la conversación con el candidato, lo poco que le gustan las actuaciones de prima donna de Yolanda Díaz. Esto, obviamente, tampoco lo expresó así. Lo que dijo es que ya está bien de pretender ser “el perejil de todas las salsas”. Se refería a la pomposa propuesta de ley de amnistía que Sumar presentó ayer con todo ringorrango... aunque ya la conocíamos desde el viernes. Siguiendo con las analogías gastronómicas, Esteban sentenció que “cuantas más manos haya en el guiso más complicado se hace”. O sea, que basta con una propuesta. Si cada sigla lleva la suya, las posibilidades de embarrancar crecen.
Nada entre dos platos
El tiempo (apenas horas) dio la razón al representante del PNV. Cuando a las siete de la tarde de ayer –¡vaya horitas!– se nos dieron pelos y señales de la propuesta de la coalición yolandista, nos quedamos como estábamos. No había nada nuevo bajo el sol. 37 páginas firmadas por cinco muy respetables cátedros. Tanto como otras decenas y decenas de peritos jurídicos a quienes llevamos semanas escuchando potentísimos argumentos tanto a favor como en contra.
Allá quien quiera autoengañarse con el Derecho. Esto no va de legislación vigente sino de negociación política. A buenas horas se iba a meter Sánchez en un fregado como el de la promulgación de una ley de amnistía si no necesitara los votos favorables del soberanismo catalán, y en particular, los de Junts. Pero ya que es así, debemos aprovecharlo para que se corrija la injusticia judicial de 2017.
