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La aldea global

Txerra Díez Unzueta

Como parlanchines de feria

Como parlanchines de feriaEP

La sociedad de nuestros días se asienta en los medios de comunicación que con su pluralidad alimentan las necesidades informativas de una ciudadanía a punto de saturarse de tanta noticia y opinión.

El desarrollo mediático de las sociedades democráticas ha empujado a los medios a complementarse con las opiniones de personajes vampíricos que han formado una casta casposa y multiforme que ha hecho de la opinión poderosa arma al servicio del ruido y el protagonismo de los nuevos oráculos. Son los opinadores, manejadores de intereses espúreos y bastardos al dictado de los dueños de empresas periodísticas y grupos de poder, engranaje de la información desinformación. El nuevo horizonte de los tertulianos ha decantado especímenes grotescos y mal encarados que convierten las tertulias en peleas de barrio frente a cámaras y micrófonos en la pista del circo mediático para el exabrupto, ataque indiscriminado y violencia verbal desatada.

Dotados de una excelente capacidad para no tener la boca cerrada, avivan la pelea con descaro y agresividad. Son marionetas de la actualidad que se enfrentan a temas con descaro y chulería, sabedores de todo e ignorantes de lo mismo. Capaces de acometer cualquier asunto que dicen conocer y dominar, se pasean por redacciones y platós cual personajes de feria parlanchines y asalta almas de la opinión pública que ofician la ceremonia de la confusión con estilo desgarrado y chillón. Charlatanes de barraca que venden su producto por un talego de doblones de oro, al servicio del Señor que los protege. Cada uno su especialidad, cada medio su titiritero, y todos contentos en la pelea donde se embarran y pierden la dignidad de la buena dialéctica y quehacer comunicativo.