Mazaly Aguilar, dirigente de Vox laminada sin piedad por Santiago Abascal después de años de servicio a la causa ultra: Tecleo mientras me pongo fino de palomitas leyendo los detalles de su caída en desgracia en la formación requetediestra en la que milita desde la misma fundación; no en vano guarda en su cartera de Gucci o Louis Vuitton el carné número 8 de la secta. Pero ya ve para lo que le han valido la veteranía y sus discursos fachunos casi caricaturescos.

El exaltado Jorge Buxadé, que debe de tener la mitad de los años que usted, se la ha quitado de en medio sin que se le moviera un músculo de la jeta de alabastro que gasta el gachó. Todo, porque no le dejó disponer de los 60.000 euros de subvención (sueldo aparte) como europarlamentaria. Como siempre con Vox, el vil metal afila los cuchillos. No me da ninguna pena.