A la ya extenista Garbiñe Muguruza algunos dementes que deberían tener prohibido el acceso a redes sociales le critican por su cambio de aspecto físico. Dicho sin eufemismos: se ceban con ella porque ha engordado. Desde que abandonó la competición –y con ello la disciplina casi militar a la que se someten desde temprana edad quienes quieren estar en primera línea y ganar un Grand Slam–, la alimentación y las restricciones autoimpuestas han dejado de ser parte de ese cautiverio. No es nada extraño y es un cambio perceptible en muchos deportistas profesionales; casos muy ilustrativos son los de los ciclistas, que durante su carrera muestran un perfil afilado, de extrema delgadez; o el minimalismo de los jinetes de caballos de carreras. Tras su retirada, ponen fin también a las privaciones. Como ha decidido hacer Garbiñe Muguruza, quien al anunciar su adiós confesó que no soportaba vivir siempre agotada física y mentalmente, y que la práctica del tenis de alto nivel puede ser perjudicial para la salud mental. Esta advertencia es la que habría que valorar y analizar en redes sociales y no su imagen, con la que ella, por otro lado, parece muy feliz y satisfecha.

Estos mensajes de odio sobre el físico de las personas actúan como balas emocionales que provocan profundas heridas o acaban matando. Una tendencia preocupante que se quiere combatir desde el ámbito educativo, buscando la implicación de alumnos y alumnas. Ese es el objetivo de la Semana de Acción Mundial por la Educación que estos días desarrolla diferentes actividades en Pamplona y Tudela. “Nos preocupa la naturalidad con la que están asumidos muchos discursos de odio y la poca empatía que muestra el alumnado hacia el daño que pueden causar sus comentarios”, advirtió una docente de Pamplona.

Garbiñe Muguruza, acostumbrada en la cancha a jugar cerca de la red, ejecutó su mejor bolea para ganar el punto a tanto necio que se esconde en el fondo de la pista: “Yo quiero vivir la vida, quiero disfrutar. El régimen de entrenamiento es extremadamente duro. Cuando uno vive más la vida y te relajas quieres disfrutar de ella”. Ese disfrute que no alcanzan quienes viven chapoteando en el odio. Y añadió: “Lo importante es mantenerse sana, en forma y disfrutar de la vida”. Juego, set y partido.