Después de casi cuatro semanas –no recordamos ni un caso similar en el que se haya tardado tanto–, ayer se detuvo a tres de los hinchas madridistas que profirieron insultos racistas contra jugadores del Barça en el Clásico disputado en el Bernabéu el 29 de octubre. Y para que la fiesta fuera completa, el community manager de la Policía Nacional la lió parda con un primer mensaje en el que daba la noticia con una foto... del Metropolitano, y con un segundo mensaje de rectificación con la foto de un vehículo de la Policía y un texto en el que no se nombra ni el Bernabéu, ni el Real Madrid, ni de qué equipo eran los detenidos, ni a qué equipo insultaban. Y para explicarlo solo se nos ocurren dos opciones: o ese community manager es más merengue que Florentino o es un admirador de Gila y tenía ganas de decir: “Alguien ha sido detenido por insultar a alguien en algún sitio”. Si esto no es madridismo sociológico, se parece demasiado.
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