El Ayuntamiento de Pamplona ha diseñado una encuesta para conocer la opinión de las pamplonesas y pamploneses sobre los Sanfermines, su participación, hábitos y valoraciones sobre el estado actual de la fiesta. Y como no podía ser de otra forma, UPN ha puesto el grito en el cielo. Para Ibarrola, es una “encuesta trampa” porque incluye una pregunta que indaga en el grado de acuerdo de los ciudadanos con la celebración de una consulta popular sobre los toros en Sanfermines –ni siquiera si están a favor o en contra o les da igual–, y eso es para Ibarrola una especie de “obsesión” que achaca personalmente a Asirón, aunque la encuesta fuera anunciada hace unas semanas por el concejal de Promoción Ciudadana Mikel Arméndariz, de Geroa Bai.

Es sabido que a la derecha lo de la participación de la ciudadanía en los asuntos municipales le agrada más bien poco, han sido y son aún allí donde gobiernan de hacer y deshacer a su antojo desde el ejercicio del poder. O eso, o es que quizá en UPN se encargan y pagan las encuestas con las preguntas dirigidas a que los resultados sean los que quieren previamente y piensan que el resto hace lo mismo. ¿Qué problema hay en que una encuesta que incluye casi un centenar de cuestiones pregunte simplemente sobre la posibilidad al menos de someter la presencia de la tauromaquia en los Sanfermines a la opinión popular o también cuestione sobre el peso de los numerosos actos religiosos que acompañan el programa festivo en el interés ciudadano?

Poner el grito en el cielo sin conocer siquiera la opinión pública que pueda señalar el resultado de esa y otras preguntas es otro de los ejemplos casi diarios de que la oposición a todo y contra todo que practica UPN solo sitúa su discurso en la antología del absurdo político. En el disparate continuo de hacer de todo una conspiración oculta con intenciones aviesas. Es cierto que el estado político de la oposición es incómodo cuando en frente hay una mayoría amplia y sólida y necesita airear polémicas a trote y moche para obtener algo de presencia mediática. Pero que también parezca mal a Ibarrola que los pamploneses y pamplonesas sean preguntados por su visión sobre el devenir actual de las fiestas de San Fermín es de un infantilismo político tan poco útil como sonrojante. Si esa encuesta y esa cuestión dentro de su contenido es un sujeto de debate político municipal importante para UPN casi que apague la luz el último en Príncipe de Viana. No tengo ni idea qué resultado arrojará la pregunta sobre los toros en Sanfermines, sé lo que respondería yo si me preguntaran.