Más Convergencia que Unión. La presidenta de UPN, entrevistada el martes en televisión, eligió la calificación de “genocidio” para la actuación del Gobierno de Israel en Gaza, “sin ningún tipo de paliativo”: “Me parece intolerable lo que está ocurriendo. Es urgente que la comunidad internacional, y todos en la medida de lo posible, hagamos todo lo necesario para que esta barbarie acabe”. Cristina Ibarrola daba carácter “prioritario y relevante” al aspecto humanitario sobre “debates más profundos que nos pillan lejos”.
El jueves, en el pleno del Parlamento, su partido, con PPN y Vox, votaba en contra de una moción que planteaba “la exclusión de la contratación pública (subvenciones, encargos, licitaciones) de aquellas empresas que participen en crímenes de guerra, de lesa humanidad, genocidio o apartheid”. Aprobada, sin mención expresa a Israel y Palestina, insta a los Gobiernos de Navarra y del Estado a impulsar las necesarias “iniciativas políticas y modificaciones normativas”.
El portavoz regionalista consideraba las posibles listas de implicados como “sectarias y excluyentes” y advertía de “graves riesgos legales y democráticos”. Esparza mostraba su asombro por escuchar a EH Bildu hablar de paz y derechos humanos. En ese “todo lo necesario” de Ibarrola no entraba la marginación económica desde un Estado o Comunidad Foral. ETA volvía a ser el comodín de la excusa. La cuenta de Ibarrola en X ni colgó ni reposteó ese momento de la entrevista televisiva como hizo con otros tramos de la conversación. Sintomático. Como lo fue la abstención de UPN en la defensa de la inclusión del euskera, con el catalán y el gallego, entre las lenguas oficiales de la Unión Europea.
Ceño fruncido en lugar de guiño cómplice a Geroa Bai, impulsor de la iniciativa. El partido de Ibarrola tampoco participa en el Senado en la propuesta de ampliar el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara Alta, actualmente limitado. UPN-Nafar Herriaren Batasuna.