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Editorial

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El PP, tan desnortado como escorado

En una semana, el partido que preside pero no lidera Feijóo ha retorcido la verdad para polemizar con Pradales, ha ridiculizado las protestas del genocidio en Gaza y ha avalado un propuesta de Vox sobre el aborto

El PP, tan desnortado como escoradoE.P.

Se cierra este domingo una semana en la que el Partido Popular ha vuelto a escorarse todavía un poco más hacia los postulados que defiende Vox. La formación que preside pero no lidera Feijóo continúa asumiendo el discurso de la ultraderecha, pese a que los sondeos apuntan a que esta estrategia solo beneficia al partido de Abascal. Han sido siete días de continuas polémicas, en ocasiones obsesivas, que solo buscan tensionar la política estatal. El principal protagonismo de todo esto ha vuelto a recaer en Díaz Ayuso, que sigue marcando el paso de su alicaído jefe.

La presidenta madrileña arrancó la semana retorciendo la realidad para polemizar con Pradales. Después de que el lehendakari se limitara a decir, en tono jocoso, algo tan obvio como que Euskadi es euskaldun y afearle su espantada en la última Conferencia de Presidentes en el momento en que utilizó el euskera, la lideresa tuvo la desafortunada idea de comparecer como víctima denunciando una amenazada que solo existió en su mente. No ha terminado ahí ni mucho menos su desmedido afán por acaparar los focos. El jueves, en el pleno de la Asamblea madrileña, trató de ridiculizar las protestas contra el genocidio que se está cometiendo en Gaza. Desnortada e insensible ante un asunto que está movilizando a buena parte de la sociedad civil, cometió la torpeza de hacer mofas y celebrar la excesiva actuación de Israel contra la flotilla, que tildó de “asamblea flotante”.

Un despropósito cometido solo un día después de que la dirección nacional del partido avalara la sorprendente decisión del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y su grupo municipal de apoyar una propuesta de Vox que obliga a los centros de atención primaria a informar a las mujeres de que el aborto voluntario puede supuestamente causarles depresión, aislamiento, alcoholismo, anorexia o bulimia, entre otras enfermedades. Un síndrome inventado, carente del mínimo aval por parte de la comunidad científica. La desatinada semana del PP ha tenido otro episodio en Andalucía, donde la Junta que preside Moreno Bonilla ha tenido que reconocer que unas 2.000 mujeres sufrieron retrasos en los diagnósticos del cáncer de mama. Un error inadmisible que sin embargo no ha precipitado dimisiones y del que, como es habitual, desconocemos si Feijóo tiene opinión.